Cada vez más personas usan chatbots como ChatGPT para afrontar problemas emocionales, cognitivos y de comportamiento. Al crece el autodiagnóstico, especialmente entre los jóvenes, que buscan respuestas inmediatas en herramientas de inteligencia artificial.
''Me siento triste y desmotivado. Necesito ayuda''. Así comenzó una conversación con 'ChatGPT', justo después de que el chatbot lanzara su frase habitual: ''¿En qué puedo ayudarte?''. Lo que siguió fue una interacción que, para sorpresa de quien la vivió, resultó terapéutica. No tanto porque las sugerencias para superar la desmotivación fueran infalibles, sino porque la herramienta de inteligencia artificial (IA) demostró comprensión y empatía.
Aparentemente interesado en descubrir las causas del malestar, ChatGPT formuló tres preguntas clave: ''¿Ha ocurrido algo específico recientemente que te haya hecho sentir así?'', ''¿Te sientes abrumado o sin rumbo?'' y ''¿Esta tristeza y desmotivación aparecen de vez en cuando o son más constantes?''. El chatbot o (la máquina), como muchos prefieren llamarlo, incluso propuso un plan diario con actividades orientadas a recuperar el foco y la motivación.
Según un informe de Harvard, se espera que para 2025 la demanda de herramientas de IA experimente un cambio de paradigma. Inicialmente diseñadas para tareas técnicas, estas tecnologías han evolucionado hacia funciones más humanas: mejorar la productividad, el bienestar y el desarrollo personal.
Rita Marcelino, consultora Informática, y João Aranha, representante de Desarrollo Empresarial, forman parte de una generación que acude a ChatGPT cuando atraviesa momentos difíciles. ''A veces lo uso para calmar los nervios antes de una entrevista de trabajo o para organizar mis ideas cuando me siento indecisa'', cuenta Rita. João valora su disponibilidad inmediata: ''Como muchos de mi edad, si tengo un problema, quiero resolverlo en el momento. No necesito pedir cita previa''.
Terapia digital, ¿o solo una solución temporal?
¿Puede realmente un chatbot sustituir la terapia tradicional? La psicóloga clínica Ana Rita Oliveira cree que, aunque estas herramientas pueden ofrecer orientación básica, no deben verse como un reemplazo. ''Las estrategias terapéuticas están al alcance de todos, pero el verdadero cambio en psicoterapia surge de la relación entre paciente y terapeuta'', afirma.
Tanto Rita como João han pasado también por procesos terapéuticos con profesionales titulados, y ambos describen la experiencia como radicalmente distinta. Para João, la clave está en el control: ''Con ChatGPT, uno dirige la conversación. Dice lo que queremos oír, y responde según lo que le pedimos. El psicólogo, en cambio, puede desafiarnos, llevarnos por otro camino, mostrarnos lo que no queremos ver''.
La gente recurre a ChatGPT para diagnósticos de salud
El uso de la IA también ha abierto la puerta a una tendencia preocupante: el autodiagnóstico. Si bien esto no es nuevo desde la llegada de los buscadores, los chatbots ofrecen respuestas más rápidas y personalizadas sobre síntomas, enfermedades y tratamientos. Ana Rita Oliveira alerta: ''He atendido a pacientes convencidos de un diagnóstico tras hacer su propia investigación online. Pero diagnosticar no es solo comprobar síntomas. Implica entender al individuo en su complejidad, y eso requiere o humano''.
Aunque muchos ven en ChatGPT una alternativa accesible, especialmente en comparación con el costo de la terapia, la psicóloga advierte que apoyarse únicamente en la IA puede afectar negativamente el proceso terapéutico. ''Me pregunto si esta necesidad de apoyo emocional se puede satisfacer solo con una máquina. Si sentimos esta carencia, es porque algo falla en las relaciones que cultivamos. ¿Puede una IA ofrecernos la validación emocional que necesitamos?''.
ChatGPT ha sido entrenado con millones de datos para comprender y responder al lenguaje humano. Los psicólogos, en cambio, se preparan durante años para tratar el sufrimiento emocional, cognitivo y conductual. La conversación con ChatGPT concluyó con un mensaje que, aunque generado por una máquina, resonó con cierta humanidad: ''Si necesitas continuar esta conversación más tarde, estaré por aquí. Y si crees que puede ayudarte, plantéate de verdad hablar con un profesional. Buscar ayuda es un acto de valentía, no de debilidad''.