Si la disputa entre Donald Trump y Elon Musk va a más, ¿dónde se situarán los partidos de derecha y extrema derecha europeos?
El enfrentamiento público entre Donald Trump y el multimillonario tecnológico Elon Musk, que en su día fue uno de los asesores más cercanos del presidente de Estados Unidos, se ha extendido por todo el Atlántico, despertando fascinación e inquietud en los círculos políticos europeos de derecha y extrema derecha.
La ruptura de la alianza Trump-Musk, marcada por intercambios sobre contratos gubernamentales e insultos personales, ha dejado a muchos de la derecha europea políticamente a la deriva. En internet, el momento ya ha dado lugar a memes que comparan a los partidos europeos con niños atrapados en un amargo divorcio.
Pero más allá del humor, la derecha europea se ha despertado conmocionada. Para muchos de sus líderes, Trump había servido como prueba de que una "ola" nacionalista no sólo era posible, sino que ya estaba en marcha.
Musk, mientras tanto, se convirtió en un improbable defensor de sus causas, dando legitimidad, visibilidad e incluso una plataforma a movimientos de extrema derecha como la AfD alemana y la Liga italiana, con vínculos particularmente estrechos con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.
Hasta ahora, los líderes de la derecha europea no han hecho ningún comentario oficial sobre la ruptura entre Trump y Musk. Ese silencio es sorprendente, ya que estos políticos suelen reaccionar con rapidez ante los acontecimientos mundiales, especialmente los que implican a figuras a las que iran.
Sus dudas sugieren un malestar más profundo: verse obligados a elegir bando podría plantear un dilema estratégico que reconfigure el futuro del panorama de la derecha europea.
AfD: los favoritos europeos de Musk
La ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) se enfrenta a un delicado ejercicio de equilibrismo. Aunque el partido ira desde hace tiempo la política nacionalista de Trump, a menudo abogando por un enfoque de 'Alemania primero', también se ha beneficiado significativamente del apoyo de Musk.
Musk ha elogiado en repetidas ocasiones a la AfD, afirmando en una ocasión: "Solo la AfD puede salvar Alemania". Antes de las elecciones federales alemanas, incluso participó en debates retransmitidos en directo con la colíder de la AfD, Alice Weidel, y utilizó su plataforma X (antes Twitter) para amplificar el mensaje del partido.
Por su parte, el canciller alemán Friedrich Merz, que estuvo presente en la Casa Blanca durante parte de la disputa entre ambos, no ha hecho comentarios, aunque su partido, la CDU, compite directamente con la AfD y es probable que siga de cerca los acontecimientos.
La derecha italiana: Salvini contra Meloni
La Liga italiana y su líder, Matteo Salvini, se enfrentan a un dilema similar, pero desde un ángulo ligeramente diferente. Salvini se ha autoproclamado durante mucho tiempo como la figura más pro-Trump de Italia, incluso más que su rival Giorgia Meloni.
Sin embargo, Musk también ha cortejado a la Liga. En abril, se dirigió al congreso nacional del partido en Florencia a través de una conexión de vídeo como invitado estrella, haciéndose eco de su implicación con la AfD. Para Meloni, la situación es aún más compleja, ya que ha cultivado relaciones con ambos hombres.
Como primera líder de Europa Occidental en reunirse con Trump tras el anuncio de los aranceles estadounidenses a los productos de la UE, se posicionó como puente diplomático entre Washington y Bruselas. Al mismo tiempo, ha mantenido una relación pragmática y orientada a los acuerdos con Musk, en particular en relación con los posibles contratos de SpaceX para las comunicaciones de defensa italianas.
A pesar de sus vínculos con Musk y sus coincidencias ideológicas, es probable que tanto Meloni como Salvini se pongan del lado de Trump, ya que el presidente sigue siendo un aliado político clave y, a diferencia de Musk, es un líder electo.
¿Un momento decisivo para la derecha europea?
En otras partes de Europa, la elección parece más clara. Partidos como el Fidesz húngaro de Viktor Orbán y la Agrupación Nacional sa, ahora liderada por Jordan Bardella, se han alineado sistemáticamente con la agenda nacionalista de Trump.
Orbán, uno de los aliados más estrechos de Trump en Europa, se hace eco con frecuencia de su retórica antiinmigración y de su estilo de liderazgo de hombre fuerte. Bardella ha elogiado el patriotismo y las políticas nacionalistas de Trump, mientras que ha mostrado poca iración pública por Musk.
En otros lugares, partidos como el polaco Ley y Justicia (PiS), el austriaco Partido de la Libertad (FPÖ) y el español Vox han visto a Musk actuar más como un simpático amplificador de sus mensajes que como un socio político. Aunque Musk ha dado visibilidad a las narrativas de extrema derecha en su red social, carece de la autoridad política o la coherencia ideológica que muchos de estos partidos encuentran en Trump.
A medida que se desarrolla la disputa entre Trump y Musk, los movimientos de derecha europeos pueden verse obligados a hacer un ajuste de cuentas. ¿Se alinean con un icono político que ha dado forma al populismo moderno o con un magnate de la tecnología cuya influencia reside en las plataformas, no en las políticas?
Por ahora, muchos observan y esperan. Pero si las tensiones aumentan, el silencio puede dejar de ser una opción.