La medida afecta a miles de alumnos internacionales y agrava el conflicto entre la Casa Blanca y la universidad.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está tomando medidas para bloquear la entrada en el país de casi todos los estudiantes extranjeros que van a estudiar en la Universidad de Harvard. Se trata del último ataque de la istración contra la universidad más antigua y rica de Estados Unidos.
Este último intento busca ahogar a la prestigiosa universidad, cuyos estudiantes internacionales representan una cuarta parte del alumnado. En una orden ejecutiva firmada el miércoles, Trump declaró que pondría en peligro la seguridad nacional permitir que Harvard siga acogiendo a estudiantes extranjeros en su campus de Cambridge (Massachusetts).
"He decidido que la entrada del grupo de ciudadanos extranjeros mencionado anteriormente es perjudicial para los intereses de Estados Unidos porque, a mi juicio, la conducta de Harvard la ha convertido en un destino inadecuado para estudiantes e investigadores extranjeros", escribió Trump en la orden.
Es una nueva escalada en la enemistad de la Casa Blanca con la universidad. Un tribunal federal impidió la semana pasada que el Departamento de Seguridad Nacional prohibiera la entrada a estudiantes internacionales en Harvard. Sin embargo, la nueva orden de Trump invoca una autoridad legal diferente. Trump utilizó una amplia ley federal que otorga al presidente autoridad para bloquear a extranjeros cuya entrada sería "perjudicial para los intereses de Estados Unidos".
Utilizó la misma autoridad al anunciar que se prohibiría visitar Estados Unidos a los ciudadanos de 12 países y que los de otros siete se enfrentarían a restricciones, en lo que algunos califican de resurrección de su infame 'prohibición musulmana' del primer mandato. La orden de Trump para Harvard cita también otras leyes, incluida una que prohíbe la entrada a extranjeros asociados con organizaciones terroristas.
Harvard tacha de "ilegal" la orden de Trump
En un comunicado el miércoles por la noche, Harvard dijo que seguirá protegiendo a sus estudiantes internacionales. "Esta es otra medida ilegal de represalia tomada por la istración en violación de los derechos de la Primera Enmienda de Harvard", dijeron funcionarios de la universidad.
La disputa tiene su origen en la negativa de Harvard a someterse a una serie de exigencias del Gobierno federal. Recientemente se ha intensificado después de que el Departamento de Seguridad Nacional dijera que la universidad se negaba a proporcionar registros relacionados con la mala conducta de estudiantes extranjeros. Harvard afirma que ha atendido la petición, pero la Casa Blanca replicó diciendo que la respuesta era insuficiente.
La disputa se ha estado construyendo durante meses después de que la istración Trump exigiera una serie de cambios de política y gobernanza en Harvard, calificándola de "semillero de liberalismo" y acusándola de tolerar el acoso antijudío. Harvard desafió las demandas, diciendo que violaban la autonomía de la universidad y representaban una amenaza para la libertad de todas las universidades e instituciones de educación superior de Estados Unidos.
Para los estudiantes extranjeros que ya están en Harvard, unos 6.800 matriculados actualmente, Trump dice que el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, determinará si sus visados deben ser revocados o no. Está previsto que la nueva orden dure seis meses. La istración Trump también se reserva el derecho de renovar la orden, y tomará una decisión al respecto en un plazo de 90 días.