Los posibles cambios no parecen alinearse con las exigencias de la istración Trump en materia de isión, que reclamaban a Harvard eliminar todas las preferencias "basadas en raza, color, origen nacional u otros" e implementar políticas "basadas en el mérito" para agosto.
La Universidad de Harvard promete revisar su oferta académica y políticas de isión en respuesta a un par de informes internos sobre antisemitismo y prejuicios antimusulmanes en el campus de la prestigiosa institución de la Ivy League.
Los informes, encargados tras las protestas propalestinas de la primavera pasada, fueron publicados el martes por la propia universidad, que en paralelo mantiene un pulso con la istración Trump por sus exigencias de limitar el activismo en el campus. El Gobierno anunció la congelación de 2.200 millones de dólares (unos 1.900 millones de euros) en fondos federales y Harvard respondió interponiendo una demanda, en un enfrentamiento que se sigue de cerca en toda la educación superior.
Harvard es la primera universidad en desafiar abiertamente a la istración Trump, que ha usado su control sobre la financiación federal universitaria para impulsar su agenda política. El Gobierno ha argumentado que las universidades no hicieron lo suficiente para frenar el antisemitismo en las protestas en los campus el año pasado. Pero el presidente de Harvard, Alan Garber, ha afirmado que Harvard no cederá ante las demandas, calificándolas de amenaza a la libertad académica y la autonomía de todas las universidades.
Garber promete nuevas medidas
En un reciente mensaje a la comunidad educativa tras la publicación de los informes internos, Garber afirmó que la universidad ha realizado "cambios necesarios y avances esenciales" durante el último año, pero prometió nuevas medidas. "Redoblaremos nuestros esfuerzos para garantizar que la Universidad sea un lugar donde las ideas sean bienvenidas, consideradas y debatidas en el espíritu de la búsqueda de la verdad", escribió Garber.
Garber convocó dos es para estudiar el antisemitismo y el sesgo antimusulmán en el campus el año pasado, y en junio se publicó una ronda inicial de recomendaciones. Los informes finales suman más de 500 páginas e incluyen decenas de recomendaciones de cambios.
Harvard afirmó que comenzará a implementar al menos algunas de las recomendaciones, con posibles actualizaciones a los sistemas de isión, contratación y disciplina. El congresista estadounidense Tim Walberg, presidente del Comité de Educación y Fuerza Laboral, afirmó que los informes internos de Harvard sugieren que toleraba el antisemitismo. "El rector de Harvard dijo que la universidad no tolerará la intolerancia, pero eso es exactamente lo que hizo el ineficaz liderazgo de la universidad", declaró Walberg, republicano de Michigan.
En una lista de "acciones y compromisos", Harvard indicó que revisará los procesos de isión para asegurarse de que los solicitantes sean evaluados en función de su capacidad para "interactuar constructivamente con diferentes perspectivas, mostrar empatía y participar en un diálogo cívico". El grupo de trabajo sobre antisemitismo afirmó que Harvard debería rechazar a cualquier candidato con antecedentes de parcialidad y ver con malos ojos "las exhibiciones de hostilidad, burla o desdén".
Distancia con las exigencias de la istración Trump
Aun así, las recomendaciones del grupo de trabajo no parecen alinearse con las exigencias de la istración Trump en materia de isión, que reclamaba a Harvard eliminar todas las preferencias "basadas en raza, color, origen nacional u otros" e implementar políticas "basadas en el mérito" para agosto. El Tribunal Supremo ha rechazado el uso de la raza en las isiones universitarias, pero muchas universidades consideran factores como los ingresos familiares y la ubicación geográfica de los estudiantes para favorecer la diversidad en el campus.
En respuesta a las quejas de que la enseñanza en Harvard se había politizado demasiado y se había vuelto antiisraelí, la universidad afirmó que trabajará para exigir a los profesores nuevos estándares de "excelencia". Los decanos se asegurarán de que el profesorado promueva la apertura intelectual y se abstengan de respaldar posturas políticas "que puedan presionar a los estudiantes para que demuestren su lealtad", declaró la universidad.