Más de un millón de refugiados sirios han regresado a Siria desde principios de año, una cifra récord desde el éxodo masivo tras el estallido de la guerra siria en 2011.
Siria experimenta un cambio notable en el panorama humanitario y político, 2025 es testigo de un aumento sin precedentes del número de refugiados sirios que decidieron regresar a su país tras años de desplazamiento forzoso. Este retorno masivo se produce en medio de cambios tangibles sobre el terreno sirio, tanto en términos de estabilidad de la seguridad como de esfuerzos internacionales de reconstrucción. Sin embargo, la comparación de estos retornos con los que se produjeron bajo el régimen de Bashar al Assad en años anteriores revela diferencias radicales en cuanto a motivaciones y circunstancias.
Según cifras publicadas por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), más de un millón de refugiados sirios han regresado a sus hogares desde principios de año, una cifra récord que no se registraba desde el estallido de la guerra siria en 2011.
2025 trae nuevos signos de esperanza
El coordinador residente y humanitario de la ONU para Siria, Adam Abdelmoula, dijo que 1,2 millones de personas han regresado a sus zonas de origen en Siria, incluidos 885.000 desplazados internos y 302.000 refugiados, desde diciembre, cuando cayó el régimen de Bashar al Assad.
ACNUR espera que este año regresen hasta 3,5 millones de refugiados y desplazados internos, lo que "subraya la necesidad de inversiones urgentes en apoyo a la recuperación y la reintegración", dijo Abdelmoula. "Continúan las hostilidades activas en el norte, el sur y algunos focos de la costa, desplazando a miles de personas e impidiendo el a la ayuda", añadió.
La decisión de regresar a Siria bajo el régimen de Bashar al Assad tenía un carácter muy diferente. Durante los últimos años de la guerra, el régimen sirio intentó comercializar la idea de un "retorno seguro" para los refugiados, pero a menudo tuvo que hacer frente a acusaciones de utilizar este eslogan como herramienta política. Muchos refugiados que intentaron regresar durante este periodo fueron detenidos o reclutados a la fuerza por el Ejército, lo que provocó un temor generalizado entre los sirios que vivían en el extranjero.
La reconstrucción bajo el régimen de Assad también fue muy limitada, con fuertes medidas de seguridad contra quienes querían reparar sus hogares en las zonas destruidas, lo que aumentó la desconfianza entre los refugiados y el régimen y provocó un descenso significativo del número de retornados.
El papel internacional y la reconstrucción
Uno de los puntos clave que caracterizan el retorno de los refugiados en 2025 es el papel activo de la comunidad internacional en el apoyo al proceso de reconstrucción. Tras años de estancamiento político, los esfuerzos diplomáticos lograron alcanzar un consenso internacional sobre la necesidad de proporcionar ayuda humanitaria y apoyar la economía siria.
Además, los países que acogen a refugiados, como Turquía, Líbano y Jordania, han desempeñado un papel importante a la hora de facilitar su regreso. Estos países han ofrecido incentivos económicos y sociales a los refugiados, como programas de formación profesional y oportunidades de empleo temporal, para aliviar la carga de sus economías nacionales, gravemente dañadas por acoger a refugiados durante largos periodos de tiempo.
A pesar de los evidentes aspectos positivos, los refugiados que regresan siguen afrontando importantes retos, como la falta de servicios sanitarios y educativos, la persistencia de zonas inseguras y la elevada tasa de desempleo. También existe una necesidad urgente de presión internacional continuada para garantizar que no se repitan los abusos del pasado.
Como subrayó el alto comisionado, Filippo Grandi, en la conferencia sobre Siria celebrada en Bruselas el 17 de marzo, la realidad es que muchos sirios ya están optando por regresar. Tenemos que apoyarles con información, documentación, transporte y pequeñas ayudas. Sin embargo, el mayor y más urgente desafío es cómo hacer que este retorno sea sostenible.
Filippo Grandi, preguntó: "¿Cómo nos aseguramos de que, cuando la gente regrese a sus comunidades, disponga de lo básico? Vivienda, electricidad, agua, saneamiento, educación, empleo... en resumen: Darles la oportunidad de poder construir un futuro para ellos y sus familias en su propio país, y cómo garantizamos su seguridad y el respeto de sus derechos, porque sin seguridad, no hay oportunidad".
El retorno de los refugiados sirios en 2025 representa un paso importante para poner fin a una de las peores crisis humanitarias del siglo XXI. Sin embargo, este retorno solo tendrá verdadero sentido si va acompañado de reformas integrales y sostenibles que garanticen los derechos de todos los ciudadanos sirios, independientemente de su origen político o religioso.