Los del sindicato se unieron a jubilados, estudiantes, grupos políticos y aficionados del fútbol, exigiendo mejores pensiones, salarios más altos y condiciones de vida más justas. Los jubilados, afectados en mayor medida por los recortes recientes, renovaron sus demandas de mayores beneficios y a medicamentos esenciales.
La principal federación sindical, la Confederación General del Trabajo (CGT), describió la huelga como una protesta contra la "intolerable desigualdad social" bajo un Gobierno que, según ellos, se niega a dialogar. Se espera que la huelga del jueves cause interrupciones en aeropuertos, bancos, estaciones de servicio y servicios públicos. El Ejecutivo del presidente Milei ha desestimado la acción, con funcionarios cuestionando la legitimidad de los sindicatos.