En la exposición del Westminster Kennel Club de Nueva York (Estados Unidos), los perros lucían nombres sofisticados con significados precisos. Formados por letras mayúsculas, estos nombres permiten a los criadores seguir el rastro de las líneas de sangre.
Fuera de las competiciones, estos campeones tienen apodos más sencillos. Por ejemplo, Begold Scion Right Addi-Dude, el golden retriever que se convierte a diario en Charlie Dude. Cada nombre oficial cuenta una historia única de pedigrí, prestigio y personalidad.