Primavera sin estornudos: las mejores plantas para alérgicos al polen

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Para muchos, la vuelta del jardín primaveral trae consigo una sensación de estornudos, picores y niebla en la cabeza que aparece en cuanto una brisa cálida despierta problemas invisibles. Estas alergias estacionales a menudo se conocen con el nombre anticuado de fiebre del heno, pero no es el heno lo que causa sufrimiento a tantos, sino el polen.

Y no cualquier polen, sino el que flota en nuestras narices y afecta a nuestro sistema inmunitario. Los árboles, las malas hierbas, las gramíneas e incluso algunas de nuestras flores favoritas son los culpables.

Pero el polen no es del todo malo. Es esencial para la reproducción de las plantas, la supervivencia de los insectos y toda la cadena alimentaria. Los seres humanos no podríamos sobrevivir sin él, así que, por regla general, no deberíamos evitar las plantas con mucho polen.

Sin embargo, si es un alérgico que ha tenido que renunciar a plantar un jardín por motivos de salud, las plantas que liberan menos polen podrían ser una muy buena opción para permitirle oler las flores en todo su esplendor en primavera.

Plantas que provocan síntomas de fiebre del heno

Las plantas que provocan alergia son las que dependen del viento y no de las abejas o las mariposas para esparcir su polen. La ambrosía, que ataca a finales de verano y principios de otoño, es la más conocida, pero sus homólogas primaverales pueden ser igual de irritantes.

Los árboles más propensos a causar síntomas son el abedul ('Betula'), la catawba ('Catalba'), el ciprés ('Cupressus'), el olmo ('Ulmus'), el nogal americano ('Carya'), el roble ('Quercus'), el sicómoro ('Platanus') y el nogal ('Juglans'), según la Escala Ogren de Alergia a las Plantas (OPALS, por sus siglas en inglés), creada por el horticultor Thomas Ogren y publicada en su libro de 2020 'The Allergy-Fighting Garden'.

Si vive en climas cálidos, las palmeras también pueden provocar alergias, pero sólo los machos. De hecho, las hembras no producen polen, por lo que hay que evitarlas siempre que sea posible.

Las gramíneas también pueden irritar los ojos y los senos nasales. La escala clasifica las gramíneas Bermuda (excepto las variedades macho estériles), Johnson, pradera común, huerta, vernal dulce y timotea entre las más alergénicas. Según Ogren, hierbas como la ambrosía, la acedera rizada, la hierba del cordero, la pigweed, el llantén, la acedera de oveja y la artemisa son también grandes productoras de polen.

Las mejores plantas para quienes padecen fiebre del heno

Por otro lado, las plantas con flores 'dobles' o polen más pesado que no viaja muy lejos tienen menos probabilidades de liberar mucho polen. Entre los árboles, albaricoque ('Prunus armeniaca'), higuera ('Ficus'), abeto ('Abies'), peral frutal ('Pyrus'), ciruelo frutal ('Prunus domestica', 'Prunus insititia'), redbud ('Cerus'), serviceberry ('Amelanchier laevis'), fresno hembra ('Fraxinus'), saúco hembra ('Acer negundo'), álamo hembra ('Populus'), arce hembra ('Acer'), palmera hembra ('Arecaceae') y sauce hembra ('Salix') son más amables para el sistema respiratorio.

El césped de San Agustín (más adecuado para climas tropicales, pero que crece bien en las regiones mediterráneas) y el Bermuda macho estéril son las apuestas más seguras en cuanto a la hierba amigable con las alergias.

En cuanto a las flores, hay muchas opciones: begonia, clematis hembra, narciso, delphinium, hibisco, impatiens, iris, ave del paraíso, pensamiento, petunia, phlox, amapola, boca de dragón, tulipán, verbena y zinnia.

Las rosas también, sobre todo las variedades de pétalos densos y apretados, que exudan aún menos polen que las de flores simples o semidobles. Según Ogren, las alergias a las rosas suelen estar más relacionadas con la fragancia que con el polen.

Y si sufre alergias estacionales, mantener las ventanas cerradas y pedir a otra persona que corte el césped también le ayudará a cortar de raíz los síntomas típicos de la época primaveral y de floración.