El alquiler de plazas penitenciarias en el extranjero era un componente clave del Acuerdo de Tidö, cuyo objetivo era remediar la escasez de plazas en las cárceles suecas, causada por el flujo de reclusos surgido debido a la escalada de la delincuencia de bandas.
Suecia ha llegado a un acuerdo con Estonia para alojar hasta 600 reclusos en celdas alquiladas en el país báltico, en un intento de aliviar su crisis de hacinamiento en las cárceles. El pacto, confirmado esta semana por el ministro de Justicia, Gunnar Strömmer, permitirá a Suecia alquilar 400 celdas en la prisión de Tartu, en el sureste de Estonia.
"Suecia y Estonia han llegado a un acuerdo que aliviará significativamente la carga del sistema penitenciario sueco", declaró Strömmer. Se calcula que el coste de un preso en Estonia es de 8.500 euros al mes, sin contar los gastos de transporte de ida y vuelta a Suecia. En Suecia, el coste es de unos 11.500 euros al mes.
Toda la prisión se pondrá a disposición de Suecia y la legislación estonia se aplicará in situ, según el acuerdo. Personal penitenciario sueco estará sobre el terreno para formar a los guardias estonios. Se han analizado las diferencias en la legislación sobre penas de prisión en ambos países.
"Estonia está obligada por los mismos compromisos internacionales que Suecia y existe una cooperación establecida entre los países en el ámbito del derecho penal", se lee en un comunicado del Ministerio de Justicia sueco. Se han acordado ciertas excepciones, para que la experiencia sea similar a la de una pena de prisión sueca, añadió el Ministerio.
¿Quién será enviado al extranjero?
Se evaluará caso por caso si un recluso puede ser enviado a Estonia para cumplir su pena de prisión. En términos generales, sólo se considerará el traslado de hombres mayores de 18 años que hayan sido condenados por delitos graves, como asesinato o delitos sexuales.
No podrán optar al traslado quienes necesiten muchos cuidados o se considere que plantean un mayor riesgo para la seguridad, por ejemplo, los condenados por delitos de terrorismo, delitos contra la seguridad nacional o que tengan vínculos con la delincuencia organizada grave.
Oleada de delitos
El alquiler de plazas penitenciarias en el extranjero era un componente clave del Acuerdo de Tidö, el pacto del Gobierno de la coalición sueca entre los Demócratas Suecos, el Partido Moderado, los Demócrata-Cristianos y los Liberales tras las elecciones de 2022.
El objetivo era remediar la escasez de plazas en las cárceles suecas, provocada por el flujo de reclusos surgido debido a la escalada de la delincuencia de bandas en los últimos años. Esta tendencia ha provocado que la nación nórdica encabece la clasificación de violencia mortal por arma de fuego per cápita en Europa.
Suecia y Estonia negociaron el acuerdo esta primavera. Una investigación concluyó que no hay obstáculos legales ni en la Constitución ni en el Convenio Europeo contra el alquiler de celdas de prisión en el extranjero. Se espera que el acuerdo se firme a mediados de junio.
Mientras tanto, está previsto que la legislación que posibilita el internamiento de condenados en Estonia entre en vigor el 1 de julio de 2026. Sin embargo, los cambios legislativos deben ser aprobados por el Parlamento sueco, el Riksdag, donde se requiere una mayoría cualificada o de tres cuartos.