Las autoridades de París y Múnich han desplegado miles de agentes ante el riesgo de disturbios durante y después de la final de la Liga de Campeones entre el PSG y el Inter de Milán este sábado.
PUBLICIDADEuropa vivirá este sábado una de las noches más emocionantes del fútbol con la gran final de la UEFA Champions League entre el París Saint-Germain y el Inter de Milán. El duelo, que se disputará a las 21:00 en el Allianz Arena de Múnich, promete ser un auténtico drama deportivo y emocional. Levantar el trofeo más codiciado del fútbol europeo de clubes es el sueño de millones de aficionados y jugadores.
La final de este año llega con un simbolismo especial. El Inter, subcampeón de la Serie A y eliminado de la Copa italiana, busca redimirse y conquistar su primera Champions desde el legendario triplete de 2010. Además, el equipo italiano jugará con brazaletes negros en homenaje a Ernesto Pellegrini, histórico presidente de los años dorados del club, fallecido esta misma mañana.
Los 'nerazzurri' ya rozaron la gloria en 2023, pero cayeron ante el Manchester City de Pep Guardiola. Ahora, quieren romper esa maldición. Enfrente estará el PSG, un club que ha invertido miles de millones desde su adquisición por el fondo soberano de Qatar en 2011, pero que aún no ha conseguido coronarse campeón de Europa.
En 2020, se quedó a las puertas tras caer ante el Bayern de Múnich. Este año llega con los trofeos de la Ligue 1, la Copa de la Liga y la Supercopa de Francia en el bolsillo, y con un técnico de experiencia continental: Luis Enrique, campeón de Europa con el Barcelona en 2015, también en suelo alemán.
Múnich, en alerta por los ultras de PSG e Inter
La ciudad de Múnich ha desplegado un operativo de seguridad sin precedentes ante el riesgo de violencia entre los ultras. La Policía bávara ha catalogado el partido como de alto riesgo, especialmente por la llegada de unos 500 aficionados radicales del Inter y 150 del PSG, según el diario 'Bild'. Más de 2.000 agentes vigilan la ciudad, con helicópteros sobrevolando la zona.
A pesar de la tensión, el ambiente en el centro de Múnich es festivo. Las plazas se han llenado de camisetas, bufandas y cánticos. La Odeonsplatz ha sido asignada a los aficionados del Inter (que podrían jugar con su segunda equipación amarilla), mientras que la Königsplatz acoge a los seguidores del PSG.
Se estima que más de 20.000 'tifosi' han viajado desde Italia sin entrada. Muchos seguirán el partido en las pantallas gigantes repartidas por la ciudad, especialmente en el Parque Olímpico, donde se ha instalado la 'Villa de los Campeones' con actividades y presencia de exfutbolistas.
También se esperan multitudes en Italia y Francia. En Milán, el estadio de San Siro abrirá sus puertas para acoger a más de 50.000 personas que seguirán la final en una pantalla gigante. En París, el despliegue policial superará los 5.000 agentes, con comercios cerrados y temor a posibles disturbios si el PSG gana el título, recordando los recientes incidentes en Inglaterra tras la celebración del Liverpool.
El camino del Inter y el PSG hacia la final de la Liga de Campeones 2024-25
Esta temporada se estrenó el nuevo formato de 36 equipos a una sola vuelta, la primera forma real de una superliga europea reclamada por muchos y criticada por otros tantos aficionados y clubes. "No sé si nos subestiman, estos chicos me han dado mucho en estos cuatro años. En el terreno de juego no está la nómina ni el volumen de negocio, sino los jugadores. ¿Qué les diré antes de saltar al campo? Todavía no lo sé, mi corazón me dirá lo que siento", respondió el viernes el entrenador del Inter, Simone Inzaghi, a los medios de comunicación que dan al PSG como favorito.
Sin embargo, para el entrenador de los parisinos, el español Luis Enrique, "el PSG tiene la oportunidad de escribir la historia". "Jugaremos a nuestro mejor nivel", dijo este viernes en rueda de prensa el técnico, un hombre acostumbrado a ganar, hasta ahora 10 de 10 finales en su carrera, incluida la de 2015 en Berlín en la que ganó la Liga de Campeones con el Barcelona ante la Juventus.
El PSG empezó mal la competición al clasificarse para la fase final sólo en la repesca, pero luego eliminó al Liverpool, uno de los favoritos, al Aston Villa y al Arsenal.