23 años después de la sentencia Bosman, otra sentencia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas (TJCE) con sede en Luxemburgo ha sacudido los cimientos del fútbol europeo tal y como lo conocemos. Pero, ¿cuáles son sus efectos?
PUBLICIDADEn contra de lo que se ha podido leer en los titulares sobre la sentencia dictada este jueves por el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas (TJCE) sobre la UEFA y la FIFA, el Tribunal subrayó que su sentencia no constituía un respaldo al proyecto de la Superliga.
"El Tribunal confirmó que éste nunca ha sido un caso sobre la Superliga, sino sobre el poder de la UEFA y su alcance", dijo Miguel Poiares Maduro, Profesor de Derecho en el Instituto Universitario Europeo de Florencia.
El Tribunal dictaminó en términos bastante inequívocos que las prácticas de la UEFA equivalían a un abuso de posición dominante.
"El Tribunal envía un claro mensaje de que los organismos con poderes reguladores o cuasi reguladores van a ser examinados -y muy de cerca- por la legislación de competencia de la UE", declaró a Euronews Pablo Ibáñez Colomo, catedrático Jean Monnet de Competencia y Regulación de la London School of Economics (LSE).
Según Colomo, ese escrutinio estricto se aplicará a partir de ahora a una autoridad, un organismo deportivo o incluso a un grupo de empresas se encuentre en una posición similar a la de un organismo regulador.
"El mensaje del Tribunal a los órganos de gobierno del deporte ha sido muy claro: recuerden que son empresas y están sujetas al derecho de la competencia", según explica la abogada especializada en competencia Viktoria Tsvetanova, asociada del equipo de competencia de Dentons.
La sentencia parece restablecer el predominio de las normas de competencia, contradiciendo las exenciones del marco antimonopolio para los organismos deportivos europeos planteadas en una opinión del Abogado General del TJCE Athanasios Rantos sobre el caso en diciembre de 2022.
Rantos consideró que se aplicaba al deporte un "reconocimiento constitucional" especial a través del artículo 165 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE), que hace referencia al compromiso del bloque de "desarrollar la dimensión europea en el deporte, proporcionando equidad y apertura en las competiciones y cooperación entre los organismos responsables del deporte".
"Su interpretación fue rechazada por el Tribunal y de forma bastante clara", según el Dr. Antoine Duval, investigador principal del Instituto Asser de Derecho Internacional y Europeo, asegurando que el artículo 165 ni siquiera se menciona una vez en la sentencia.
Pero, ¿qué significa la sentencia en la práctica?
La UEFA necesita un ajuste
Según la abogada Tsvetanova, la principal implicación de la sentencia es que los organismos rectores del deporte deben revisar sus normas, en particular las relativas a la autorización de eventos, las sanciones a jugadores y clubes, las disposiciones sobre arbitraje y su jurisdicción exclusiva.
"Hay una lectura restrictiva que significa que, en cierto sentido, ahora la UEFA/FIFA tendrá que replantearse inevitablemente algunas de sus prácticas", se hizo eco el profesor Colomo, afirmando que otros organismos deportivos han crecido sobre una estructura piramidal monopolística o cuasi monopolística que establecía las normas para todos dentro de esos deportes.
Sin embargo, el organismo rector del fútbol europeo restó importancia al impacto de la sentencia, subrayando tras el fallo que no suponía ningún respaldo ni validación de la Superliga.
Según la UEFA, la sentencia subraya deficiencias en el marco de autorización del organismo que ya han sido reconocidas y que se abordaron en junio de 2022.
"La UEFA confía en la solidez de sus nuevas reglas, y específicamente en que cumplen con todas las leyes y regulaciones europeas relevantes", dijo el organismo en el comunicado.
"Me preocupa esta reacción inicial que subestima el alcance de la reformaque tienen que emprender para cumplir los requisitos del Tribunal", comentó Maduro, ex funcionario de la FIFA.
El Tribunal reconoció claramente la importancia del deporte y de un modelo con una estructura piramidal con una organización en la cúspide a la que se confían poderes reguladores y de concesión de licencias, dijo Maduro, añadiendo: "Lo que el Tribunal valora de forma muy negativa es la forma en que la Uefa ejerce actualmente sus poderes de regulación y concesión de licencias, ya que propician aspectos discriminatorios arbitrarios".
Una puerta abierta
La otra consecuencia principal de la sentencia es que abre la puerta a cualquier otra organización que pueda conjurar modelos alternativos, continuó Maduro.
"Si estos modelos alternativos demostraran ser mejores que el de la UEFA a la hora de distribuir los ingresos de la competición, por ejemplo, entonces la UEFA no puede hacer prevalecer su sistema de forma arbitraria", dijo.
Inmediatamente después de la sentencia, Bernd Reichman, Consejero Delegado de la empresa promotora del deporte A22, desveló las características de un renovado proyecto de Superliga europea.
"Hoy hay una gran noticia y es que el fútbol es libre. Libre del monopolio de la UEFA, libre para perseguir las mejores ideas sin miedo a sanciones", dijo esbozando que las principales novedades de la nueva propuesta de Superliga europea son que incluye ascensos y descensos, así como la posibilidad de retransmitir todos los partidos por streaming de forma gratuita.
Sin embargo, varios clubes de fútbol, entre ellos el París Saint-Germain, el Bayern de Múnich, el Manchester United, el Atlético de Madrid y el AS Roma, han hecho públicas declaraciones en las que se distancian del proyecto y afirman que nunca se unirán a él.
A pesar del escepticismo sobre la Superliga, la sentencia parece marcar un hito en cuanto a las posibilidades de crear competiciones alternativas.
"Creo que el poder de negociación se ha desplazado en cierta medida", dijo Colomo, quien subrayó que la sentencia podría dar lugar a "una inclinación natural por parte de algunos actores dentro de la pirámide para desafiar algunas de las reglas."
Para Colomo, esto no se limitará al fútbol, ya que será una invitación para que muchos desafíen algunas prácticas siempre que crean que una organización en una posición comparable a la FIFA, o cualquier organismo regulador en general, vulnera sus derechos.