Desde que fue identificado en 1991, el misterio rodeó a este escurridizo lagarto durante más de tres décadas.
Investigadores que fueron dejados en helicóptero en un cañón inaccesible y remoto de Sudáfrica dicen haber descubierto un tipo de salamanquesa (un un pequeño reptil de la familia 'Phyllodactylidae') que no se había visto en más de 30 años y que se creía extinta, o quizá que nunca existió.
La organización Endangered Wildlife Trust informó el miércoles de que dos de sus investigadores habían encontrado ejemplares del geco -un género de reptiles escamosos pertenecientes a la familia de gecónidos- plano del río Blyde Rondavel. Se identificó por primera vez en el mismo cañón de la provincia de Mpumalanga, en el noreste de Sudáfrica, en 1991, pero no se ha vuelto a ver.
El lagarto estuvo rodeado de misterio durante las tres décadas siguientes: ¿se había extinguido o los dos ejemplares machos encontrados al principio eran en realidad juveniles de otra especie de geco, como algunos sugirieron?
Los investigadores Darren Pietersen y John Davies volvieron al mismo lugar el mes pasado, decididos a encontrar de nuevo el geco plano de Blyde Rondavel y resolver el enigma de la conservación que había irritado a Pietersen.
¿Qué es una especie "perdida"?
El geco de Blyde Rondavel llevaba más de 10 años sin aparecer, por lo que se consideraba una especie "perdida". La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la autoridad en especies amenazadas, la clasificó como especie con datos insuficientes, lo que significa que no se sabía lo suficiente para saber con seguridad si se había extinguido.
"Me molesta tener una especie sobre la que no se tienen datos suficientes", afirma Pietersen. "Siempre me han gustado las especies que otros no estudiarían porque son más difíciles de encontrar u oscuras". El viaje de investigación se gestó durante dos años, después de que registraran al menos seis solicitudes de permiso para ir, dijo Pietersen.
Los dejaron en la cima de uno de los afloramientos rocosos circulares más emblemáticos del cañón, con acantilados de más de 100 metros de altura que no se pueden escalar fácilmente y donde se pensaba que era más probable que estuvieran los gecos. Era exactamente el mismo afloramiento donde se encontraron las salamanquesas en 1991.
Pietersen y Davies sólo dispusieron de tres días de acampada en el afloramiento para encontrar las salamanquesas, que miden entre 8 y 9 centímetros cuando están completamente desarrolladas. "Y cuando lo conseguimos, estábamos eufóricos, por no decir otra cosa", dijo Pietersen. Dijo que vieron entre 20 y 30 ejemplares y capturaron y fotografiaron siete, dando al mundo una visión de un geco perdido durante tres décadas.
El quinto animal redescubierto en los últimos años
Según la organización Endangered Wildlife Trust, los datos recogidos, incluidas muestras de tejido, permitirán confirmar que se trata de una especie distinta. Es el quinto animal redescubierto en los últimos años.
En 2021 se descubrió un topo que vive en las dunas de arena y que no se había visto desde hacía más de 80 años, y en los últimos cuatro años también se han vuelto a encontrar una mariposa, un lagarto y una rana, especies que los conservacionistas habían perdido durante décadas. Todos ellos demuestran lo mucho que aún queda por aprender sobre la biodiversidad del mundo, afirmó el Endangered Wildlife Trust.