Para 2030, Europa quiere importar y producir 20 millones de toneladas de hidrógeno renovable.
El Reino Unido ha alcanzado un hito en la transición hacia las energías limpias con la inauguración de sus primeras viviendas de hidrógeno a escala de barrio. El ministro principal de Escocia, John Swinney inauguró oficialmente un grupo de tres viviendas en el este de Fife.
Las viviendas muestran cómo puede utilizarse el hidrógeno para calentar y cocinar. El proyecto, denominado H100, tiene previsto ampliarse a 300 viviendas en los próximos meses.
¿Qué es una casa de hidrógeno y cómo funciona?
La calefacción es una de las mayores fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero, ya que representa el 22% del total de emisiones del Reino Unido. El hidrógeno se considera una tecnología clave para descarbonizar este sector.
Sin embargo, el hidrógeno requiere nuevos electrodomésticos, como cocinas y calderas. La marca Bosch ha presentado su primera placa de cocina de hidrógeno, que destaca por su "llama invisible" y que se probará en las viviendas del proyecto H100 Fife.
Para el residente, una casa de hidrógeno tiene pocas diferencias con una casa normal. Los electrodomésticos funcionan de la misma manera y la mayor parte de los cambios se producen en el proveedor. Por eso se considera una de las formas menos invasivas de descarbonizar la calefacción doméstica.
¿Cómo se utiliza el hidrógeno en los hogares de todo el mundo?
La estrategia del hidrógeno de la UE y el plan REPowerEU fijan la posición del bloque respecto a las tecnologías del hidrógeno. En concreto, detalla que, para 2030, Europa quiere importar 10 millones de toneladas y producir 10 millones de toneladas de hidrógeno renovable.
Para 2050, deberá cubrir el 10% de las necesidades energéticas de la UE. A pesar de estos objetivos, la adopción del hidrógeno a nivel nacional ha sido escasa, con sólo un puñado de proyectos a pequeña escala en marcha.
La primera casa de hidrógeno de Europa se terminó en 2022 en el sur de Italia. El edificio de estudiantes de Benevento utiliza hidrógeno no solo para la calefacción, sino también para generar la electricidad que necesita el edificio.
La calefacción de hidrógeno se desarrolla en Europa
En los Países Bajos están en marcha varios proyectos piloto, como la conexión de 12 viviendas ocupadas de Lochem al hidrógeno para calefacción en 2022. En 2023, 33 viviendas de Wagenborgen se pasarán a la calefacción de hidrógeno. Y en la ciudad de Hoogeveen, en el norte de los Países Bajos, entre 80 y 100 viviendas de nueva construcción se conectarán a la red de hidrógeno.
En Helsinki se está construyendo el Centro del Hidrógeno 3H2 Helsinki, que producirá unos tres megavatios de hidrógeno verde al año. Éste se utilizará como combustible para camiones, mientras que el calor sobrante de la producción de hidrógeno se empleará para calentar los hogares locales.
No todo el hidrógeno es bueno
En el punto de uso, el hidrógeno es un combustible increíblemente limpio. A diferencia del carbón y el gas, no produce dióxido de carbono al quemarse. Sin embargo, no todo el hidrógeno es bueno.
Para generar hidrógeno se utiliza la electrólisis para separar el hidrógeno del oxígeno del agua. Si la electricidad utilizada en este proceso no es renovable, los beneficios derivados del uso del hidrógeno como combustible quedan anulados.
Hidrógeno verde: la única forma de hidrógeno verdaderamente sostenible
En la actualidad, el hidrógeno representa alrededor del 2% de la combinación energética de la UE, y casi todo se produce con combustibles fósiles. El Parlamento Europeo calcula que en la producción de los actuales suministros de hidrógeno se generan entre 70 y 100 millones de toneladas de CO2 al año.
Para que el hidrógeno sea sostenible, la electrólisis debe realizarse con energías renovables. Conocido como hidrógeno verde, es la única forma de hidrógeno verdaderamente sostenible, pero representa menos del 1% de la producción total de hidrógeno en la actualidad.
Según la Agencia Internacional de la Energía, la cantidad de energía renovable necesaria para que todo el hidrógeno sea verde sería de unos 3.000 teravatios hora (TWh). Esto equivale aproximadamente a la demanda de electricidad de toda Europa.
Para H100 Fife, el suministro de hidrógeno se produce utilizando electricidad renovable procedente de un emplazamiento eólico marino local.
¿Reduce el hidrógeno la factura de la calefacción?
El hidrógeno es el elemento más abundante de la Tierra, pero es difícil de gestionar. Su transporte y almacenamiento seguros exigen un desarrollo masivo de infraestructuras y una estrecha vigilancia.
Ya en 2022, algunos estudios advertían del peligro de sobrestimar los beneficios del hidrógeno en el ámbito doméstico. El Proyecto de asistencia regulatoria (Regulatory Assistance Project), un grupo de reflexión sobre la energía, revisó 32 estudios sobre el hidrógeno y concluyó que era improbable que desempeñara un papel importante en la calefacción doméstica.
"Utilizar hidrógeno para calefacción puede parecer atractivo a primera vista", afirma Jan Rosenow, coautor del estudio. "Sin embargo, todas las investigaciones independientes sobre este tema llegan a la misma conclusión: calentar con hidrógeno es mucho menos eficiente y más caro que alternativas como las bombas de calor, la calefacción urbana y la energía solar térmica".
Quemar hidrógeno es ineficiente para reducir las emisiones de CO2
Más recientemente, un informe del Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero Institute for Energy Economics and Financial Analysis (IEEFA) publicado en enero concluía que quemar hidrógeno plantea riesgos para la salud y la seguridad de los residentes y es una forma ineficiente de reducir las emisiones de dióxido de carbono.
"La combustión de hidrógeno en los hogares no sólo supone un riesgo para la salud y la seguridad, sino que además retrasará la electrificación, con la consiguiente combustión prolongada de gas en los hogares", afirma Suzanne Mattei, analista de política energética del IEEFA y coautora del informe.
"Los planes para utilizar hidrógeno en edificios residenciales también pasan por alto los retos a los que se enfrenta el uso del hidrógeno debido a la competencia del mercado y a los problemas de infraestructura".