El rescate supone un respiro para el presidente Javier Milei, que intenta acabar con el antiguo orden económico del país.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha alcanzado un acuerdo preliminar con Argentina sobre un rescate de 20.000 millones de dólares (18.100 millones de euros), brindando un respiro bien recibido al presidente Javier Milei mientras busca desmantelar el viejo orden económico del país.
Al tratarse de un acuerdo a nivel técnico, el paquete de rescate aún requiere la aprobación final del directorio ejecutivo del FMI. Dicho directorio se reunirá en los próximos días, según indicó el comunicado del FMI. El esperado anuncio supone un balón de oxígeno para el presidente Milei, que ha reducido la inflación y estabilizado la maltrecha economía argentina con un programa de austeridad de libre mercado.
La noticia llega en un momento crítico para la segunda economía más grande de Sudamérica. La presión sobre las cada vez más escasas reservas de divisas de Argentina venía aumentando, a medida que el Gobierno endurecía las restricciones a la emisión monetaria y consumía sus limitados dólares para sostener el frágil peso argentino.
Crecían los temores de que, si el Gobierno no lograba asegurar un préstamo del FMI, las medidas de austeridad, arduamente implementadas, podrían descarrilarse, dejando una vez más a Argentina sin capacidad de pagar sus enormes deudas ni afrontar sus importaciones.
El FMI se mostró reacio a firmar un nuevo acuerdo
Este nuevo financiamiento le da a Milei una oportunidad real de aliviar los estrictos controles cambiarios del país, lo que podría ayudar a convencer a los mercados sobre la viabilidad de su programa. Durante los últimos seis años, estas restricciones al capital han frenado la inversión, impidiendo que las empresas remitan ganancias al exterior y forzando al banco central a gestionar cuidadosamente el peso, vinculado al dólar.
Con 22 préstamos del FMI desde 1958, Argentina le debe al fondo más de 40.000 millones de dólares (36.000 millones de euros). La mayoría de estos fondos han sido utilizados para devolverle dinero al propio FMI, lo que ha generado una relación conflictiva con gran parte de la población argentina. Muchos responsabilizan al organismo por la histórica crisis económica.
El FMI se mostró reacio a firmar un nuevo acuerdo con su mayor deudor. Pero en los últimos 16 meses, los funcionarios del organismo han elogiado la severa política de ajuste de Milei, una más dura incluso que la receta habitual del fondo.
Exfigura televisiva y autodenominado "anarcocapitalista", Milei llegó al poder prometiendo reducir la abultada burocracia argentina, frenar la inflación descontrolada, abrir la economía al mercado internacional y atraer inversión extranjera tras años de aislamiento.
A diferencia de los líderes anteriores que evitaban enfurecer a la población con ajustes drásticos, Milei ha tomado medidas radicales contra el Estado, despidiendo a decenas de miles de empleados públicos, disolviendo o rebajando una docena de ministerios, recortando fuertemente el sector educativo, eliminando los ajustes por inflación en las pensiones, congelando las obras públicas, levantando los controles de precios y reduciendo drásticamente los subsidios.
Los críticos señalan que los sectores más vulnerables han pagado el costo más alto por las cifras macroeconómicas alentadoras. Jubilados protestan cada semana por las bajas pensiones, siendo esta reducción la mayor fuente de ahorro del presupuesto de Milei. Los principales sindicatos han anunciado una huelga general de 36 horas a partir del miércoles en señal de protesta.
Aun así, Milei ha mantenido unos sólidos índices de aprobación, una sorpresa que los analistas atribuyen a su éxito en la reducción de la inflación, que bajó del 211% anual al 118% durante su primer año de mandato. La conversión del déficit presupuestario en superávit ha disparado la bolsa local y ha hecho caer su calificación de riesgo país, un barómetro fundamental de la confianza de los inversores.
"El acuerdo se basa en los impresionantes progresos iniciales de las autoridades en la estabilización de la economía, respaldada por un fuerte anclaje fiscal, que está produciendo una rápida desinflación", declaró el FMI al anunciar el acuerdo de 48 meses. "El programa apoya la siguiente fase de la agenda de estabilización y reforma de Argentina", añadió.
No estaba claro cuánto dinero recibiría Argentina por adelantado, un punto de fricción clave en las negociaciones más recientes sobre los detalles del acuerdo. Argentina busca un pago inicial considerable para reponer sus reservas, a pesar de que los préstamos del FMI suelen desembolsarse a lo largo de varios años.
Milei compartió el comunicado del FMI en la red social X, adjuntando una foto en la que aparecía abrazado al ministro de Economía, Luis Caputo. "¡Vavos!", escribió, aparentemente escribiendo mal "¡Vamos!" en su emoción.