Jorge Blanco, CEO de Ceiber Energy, afirma que el sistema eléctrico está diseñado para manejar desviaciones mínimas en la generación y el consumo de energía, pero una pérdida del 60% (equivalente a 15GW) es "imposible de asumir".
El reciente apagón del lunes, un evento sin precedentes que ha sacudido el sistema eléctrico español, plantea numerosas interrogantes. Jorge Blanco, CEO de Ceiber Energy, comparte su análisis de la situación, explorando posibles causas, consecuencias y medidas necesarias para evitar futuras crisis, como la de ampliar la fuente energética nuclear.
Precisamente frente a estas opiniones que apuntan que las centrales nucleares podrían haber salvado el desastre o al menos haberlo paliado, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha afirmado que, lejos de poder ayudar "han sido un problema" y así lo ha querido dejar claro durante su comparecencia de hoy.
"Los ciudadanos deben saber que durante esta crisis, las centrales nucleares, lejos de ser una solución, han sido un problema porque estaban apagadas y ha sido necesario desviar a ellas grandes cantidades de energía para mantener sus núcleos estables". Pero veamos que es lo que comenta el experto, Jorge Blanco a 'Euronews'.
Una desviación sin precedentes
Blanco describe el suceso como "la pregunta del millón". Según explica, el sistema eléctrico está diseñado para manejar desviaciones mínimas en la generación y el consumo de energía, pero una pérdida del 60% (equivalente a 15GW) es "imposible de asumir" en circunstancias normales. "Esto no puede ocurrir, por eso le doy más cabida a la opción de ser un ataque cibernético", afirmó.
Los primeros indicios apuntan a una investigación en curso por parte de Telefónica, que analiza posibles ataques a través de IP comprometidas. Sin embargo, Blanco subraya la complejidad de un ataque de esta magnitud, ya que habría requerido afectar simultáneamente a múltiples distribuidoras y romper la protección en cascada de los sistemas eléctricos.
El CEO de Ceiber Energy detalla cómo el sistema opera ajustando la oferta y la demanda en tiempo real. Los operadores trabajan con distintas fuentes de energía, desde térmicas hasta eólicas, y el precio final lo determina la última fuente que entra en el sistema. "Si como 'hacker' logras alterar esta casación, el efecto dominó puede ser devastador", advirtió.
En este contexto, Blanco resalta la importancia de los mecanismos de protección: "Para evitar fallos, los sistemas eléctricos cortan el flujo de energía si detectan irregularidades graves, prefiriendo perder 15GW a arriesgarse a un colapso total del sistema energético nacional".
Dependencia energética y las políticas en juego
La situación pone en evidencia las limitaciones de la política energética española. Blanco critica que Red Eléctrica no pueda realizar inversiones adicionales debido a restricciones establecidas por el BOE, lo que deja al sistema vulnerable frente a demandas crecientes. También denuncia que los proyectos de energía renovable, como la fotovoltaica, están desplazando otras fuentes clave como la nuclear y los ciclos combinados.
"Si ahora somos dependientes del 60-70% de energía importada, sin nuclear podríamos llegar al 80%", explicó. Comparó esta situación con Francia, que tiene 54 centrales nucleares y planea construir 28 más, lo que les permitirá producir el 120% de su energía en los próximos años. España, en cambio, ha desmantelado sus centrales térmicas en un mes, una decisión que Blanco considera apresurada e imprudente.
"Espero que esto nos sirva de toque de atención"
Blanco advierte que la exclusión de la energía nuclear podría llevar a apagones más frecuentes y prolongados. "El apagón de ayer es un juego de niños si seguimos negando la energía nuclear. Espero que esto nos sirva de toque de atención", afirmó. El CEO también destacó que el panorama a largo plazo podría ser aún más alarmante. Dependiendo en gran medida de la energía nuclear sa, España enfrentaría precios de importación crecientes y una falta de capacidad para reaccionar ante fluctuaciones en la demanda.
La recuperación tras el apagón fue gradual, explicó Blanco, y se logró gracias a la interconexión con países vecinos como Marruecos y Francia. Sin embargo, aclaró que España no dependió completamente de ellos: "Estábamos exportando energía en ese momento, lo que muestra que tenemos capacidad de reacción, pero no la suficiente para evitar una crisis inicial".
El sistema se restauró de manera escalonada, priorizando fuentes cercanas como ciclos combinados, nucleares y renovables, en un proceso que Blanco comparó con "encender las luces de casa tras un corte eléctrico".
Un toque de atención para el futuro
El incidente, según Blanco, es un preludio de los problemas que podrían surgir si no se toman medidas estructurales. Entre las acciones urgentes destaca la necesidad de flexibilizar las inversiones en infraestructura energética, diversificar las fuentes de energía y reconsiderar el papel de la nuclear en el mix energético español. "Esto puede volver a pasar, y la próxima vez podría ser peor", concluye Blanco, haciendo un llamado a abordar estas cuestiones de manera inmediata y con visión de futuro.