La prefectura japonesa de Yamanashi ha recurrido al peaje para proteger el entorno declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
PUBLICIDADA partir de este verano, los excursionistas tendrán que pagar para subir al monte Fuji por cualquiera de sus cuatro senderos principales. Según un nuevo proyecto de ley aprobado el lunes, se introducirá una tasa de entrada de 4.000 yenes (24,70 euros) para la temporada alta.
La montaña más alta de Japón trata de lidiar con el turismo excesivo. El espectacular aumento de visitantes está provocando contaminación y problemas de seguridad. Para ayudar a limpiar la montaña y preservar su entorno, las autoridades introdujeron en 2024 una tasa y un límite diario de visitantes en el sendero más popular.
Los excursionistas del monte Fuji tendrán que pagar 24 euros
El verano pasado, los visitantes del monte Fuji tuvieron que pagar 2.000 yenes (12,35 euros) para subir por el sendero Yoshida. Se trata de la ascensión más popular gracias a su fácil desde Tokio y a la frecuencia de refugios de montaña en ruta que ofrecen alojamiento y comidas.
El Gobierno de la prefectura japonesa de Yamanashi, que supervisa las actividades de senderismo en este lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, consideró necesario introducir el peaje para proteger el medio ambiente.
También estableció un límite de 4.000 excursionistas al día en el sendero de Yoshida para descongestionarlo. Ahora, la tarifa para recorrer el emblemático sendero se duplica a 4.000 yenes (24,70 euros), un cargo que también se aplicará a otras tres rutas que antes eran gratuitas.
Los excursionistas tendrán que pagar entre julio y septiembre, que es la temporada alta de escalada. El año pasado, las autoridades dijeron que los ingresos se utilizarían para construir refugios a lo largo del sendero para su uso en caso de erupción volcánica y para mantener la ruta de senderismo.
Desde 2014, también se anima a los alpinistas que ascienden a la montaña por cualquiera de sus senderos a pagar voluntariamente 1.000 yenes (6,20 euros) por persona para la conservación del lugar.
La normativa del monte Fuji ayuda a combatir el turismo excesivo
Las restricciones que se introdujeron el año pasado resultaron eficaces, ya que redujeron el número de visitantes que ascendieron al monte Fuji de 221.322 en 2023 a 204.316, según cifras del Ministerio de Medio Ambiente de Japón.
Otra medida adoptada el año pasado para frenar el turismo excesivo en un pueblo cercano también ha resultado eficaz. Fujikawaguchiko estaba tan harta de las multitudes de turistas que construyó una enorme valla que bloqueaba la vista que buscaban: el monte Fuji.
Una valla negra para evitar las fotos de los turistas
La valla de 20 metros de largo y 2,5 metros de alto, cubierta con una malla negra, impedía a los turistas hacerse autofotos con el monte Fuji detrás, después de que se produjeran incidentes por arrojar basura, cruzar peligrosamente entre el tráfico, ignorar los semáforos e invadir propiedades privadas.
La barrera se retiró en agosto por precaución ante la previsión de un tifón, pero las autoridades decidieron no volver a instalarla al comprobar su eficacia. No obstante, advirtieron de que podría volver a colocarse si los turistas regresan en gran número.