A medida que el turismo ejerce presión sobre los recursos de agua dulce, Grecia estudia otras opciones para mantener llenas las piscinas de los hoteles.
PUBLICIDADLas piscinas de los hoteles griegos podrían llenarse de agua de mar este verano, ya que el Parlamento del país debate una nueva legislación para hacer frente a la sequía. En ella se propone regular la instalación de tuberías para bombear agua de mar dentro y fuera de las piscinas de los hoteles costeros. El objetivo es ofrecer la opción de ahorrar agua que podría destinarse a otros usos urbanos en zonas que sufren escasez.
"Esta legislación regula el marco para llevar a cabo la extracción de agua de mar y bombearla para las piscinas", declaró Elena Rapti, viceministra de Turismo, ante una comisión parlamentaria. "El objetivo, por supuesto, es conservar los recursos hídricos".
¿Por qué Grecia necesita ahorrar agua?
En los dos últimos años, Grecia ha sufrido una grave sequía. Según un reciente estudio del Observatorio Nacional de Atenas, entre 1971 y 2020 las precipitaciones anuales disminuyeron en torno a un 12% en comparación con el periodo comprendido entre 1901 y 1970.
La sequía no tiene visos de remitir y la próxima temporada turística añadirá más presión a los recursos, sobre todo en las islas que son destinos vacacionales populares. Las islas del Egeo y Creta son algunas de las más afectadas, con una quinta parte de sus precipitaciones desaparecidas. El año pasado, Grecia atrajo a casi 33 millones de visitantes, que generaron unos ingresos de 28.500 millones de euros.
Al igual que otros países europeos, los turistas fueron blanco deprotestas por exceso de turismo en 2024, y los trabajadores griegos dijeron que estaban al límite. La crisis climática también está haciendo cada vez más insostenible el modelo turístico del país.
El Gobierno se ha visto sometido a una presión cada vez mayor para reimaginar cómo será el turismo en el futuro. No se obligará a los hoteles a llenar sus piscinas con agua de mar, pero la normativa propuesta les facilitaría la construcción de la infraestructura necesaria si se imponen restricciones al uso del agua .
¿Por qué hay gente contraria al plan de ahorro de agua?
El plan de ahorro de agua tiene detractores preocupados por el daño medioambiental que pueda causar lo que se bombee de nuevo al mar. No hay normas de calidad para el vertido de agua en la propuesta, a pesar de que las piscinas de agua de mar siguen necesitando desinfectarse con productos químicos.
El cloro, utilizado habitualmente para desinfectar piscinas, es tóxico para los peces y otros animales, y el vertido de agua salada clorada podría alterar el equilibrio del medio marino al alterar los niveles de sal, afirman. Además, la propuesta no garantiza que las aguas residuales no vayan a parar al agua. La construcción de las tuberías también podría dañar el fondo marino.
También hay quien sostiene que se ha exagerado el impacto de las piscinas en los recursos críticos, ya que los estudios demuestran que en islas como Mykonos y Paros las piscinas consumen sólo el 6% del agua disponible.