Acompañe al escritor y fotógrafo Johny Pitts, en su recorrido por la ruta de los derechos civiles en el sur de Estados Unidos, para descubrir su legado. Un programa realizado en colaboración con Brand USA y Alabama.
PUBLICIDADBirmingham, en el Estado de Alabama, es un ‘frondoso monumento’ al movimiento por los derechos civiles, además de una ciudad emergente llena de cultura y diversión.
La localidad fue testigo de algunos de los peores episodios de violencia ligados a la lucha por los derechos civiles, con protestas masivas que tuvieron que hacer frente a intensos y duros despliegues policiales, liderados por el jefe de Policía Theophilus Eugene ‘Bull’ Connor.
La historia se cuenta en el parque Kelly Ingram. Un espacio que ayudará a los visitantes a comprender la lucha de los ciudadanos afroamericanos locales, contra la segregación propugnada por las leyes Jim Crow.
El actual parque se creó después de que uno de los antiguos alcaldes de Birmingham visitara Israel en la década de 1970, y se inspirara en la narración pública de historias del Holocausto.
"Se apasionó con la idea de que, si esa historia podía contarse en público, para hacer del mundo un lugar mejor, entonces, Birmingham también tenía algo que contar", señala Barry McNealy, experto en contenido histórico, del Instituto de Derechos Civiles de Birmingham.
Iglesia baptista de la calle 16
Conocido como el lugar de la revolución y la reconciliación, el parque Kelly Ingram era el lugar por el que caminaban los jóvenes residentes de Birmingham, para llegar a los mostradores de las cafeterías, los grandes almacenes y las bibliotecas en las que llevaban a cabo sus protestas.
Birmingham era conocida como la ‘Johannesburgo de Estados Unidos’, debido a su extrema segregación. Algo que, en 1963, se personificó en el atentado contra la Iglesia baptista de la calle 16, perpetrado por supremacistas blancos.
"Esta ciudad, en su momento más desgarrador, empezó a encontrar un camino, más allá del odio que causó ese desgarro", afirma McNealy.
"Si la gente de todo el mundo tuviera que llevarse algo de Birmingham, sería la noción de que el cambio es posible", indica.
Cultura, gastronomía y diversidad en Birmingham
Además de historia, Birmingham también alberga gastronomía, vida nocturna, y mucho más, para los visitantes a los que les guste divertirse.
"Es una joya escondida. La gente, aquí, es amable. Tenemos buena comida, buenas playas, buenas vistas… ¿Qué más necesita?", pregunta el cómico Jermaine 'Funnymaine' Johnson.
Una reciente incorporación al paisaje de Birmingham es el City Walk BHAM, una zona ‘verde’ y pública, para pasear, y para que los ciudadanos disfruten con libertad. Entretanto, los numerosos restaurantes, bares y locales de ocio de la ciudad, dan fe de su enorme diversidad. "La actual ciudad de Birmingham se lo debe todo al movimiento por los derechos civiles", afirma Johnson.
"Los derechos civiles allanaron el camino y demostraron que podemos ser mejores como pueblo unificado, y diverso, cuando eliminamos de los asuntos la cuestión de la raza, y nos limitamos a trabajar. Entonces, las posibilidades que surgen son infinitas", concluye.