El cáncer de testículo es uno de los más tratables si se detecta a tiempo. Esto es lo que debes saber sobre sus síntomas y el tratamiento.
El cáncer de testículo puede ser poco frecuente, pero es el tipo más común entre los hombres jóvenes. También es uno de los cánceres más tratables si se detecta a tiempo. Las tasas de supervivencia son elevadas: según datos europeos, el 95% de los varones menores de 45 años sobreviven al menos cinco años tras el diagnóstico.
Como hay pocos síntomas, los hombres pueden no darse cuenta a tiempo de que lo tienen, lo que provoca retrasos en el diagnóstico que pueden complicar el tratamiento. Parte del problema es que "no existe una cultura del autoexamen" debido a los tabúes sociales, afirma Hendrik Van Poppel, urólogo miembro de la junta directiva de la Asociación Europea de Urología (EAU) y copresidente de la red de desigualdades auspiciada por la Organización Europea contra el Cáncer. En pleno mes de sensibilización sobre el cáncer de testículos, esto es lo que necesitas saber para coger las riendas de tu salud.
¿Quién corre el riesgo de padecer cáncer de testículos?
El cáncer de testículo afecta a uno de cada 250 hombres en Europa, y es el más frecuente entre los menores de 45 años. Se diagnostica sobre todo a finales de la veintena y principios de la treintena. Algunos hombres tienen mayor riesgo de padecer cáncer testicular, como los que tienen antecedentes familiares, los que tienen VIH o problemas de fertilidad, los de raza blanca y los que padecen criptorquidia.
La criptorquidia es un trastorno en el que los testículos no descienden hasta el escroto, como suele ocurrir cuando nace un niño. Alrededor del 5 al 10 por ciento de los hombres con cáncer testicular padecen de niños esta afección, que puede solucionarse con cirugía.
¿Cuáles son los síntomas del cáncer de testículo?
Van Poppel explica a 'Euronews Health' que los hombres jóvenes y los adolescentes deben hacerse autoexploraciones mientras se duchan o se bañan con agua caliente, cuando el escroto está relajado. Hay que comprobar cada testículo por separado en busca de bultos o cambios.
Según la EAU, la mayoría de los cambios que puedes encontrar durante un autoexamen no son cáncer. Pero si encuentra un bulto pequeño e indoloro en el testículo podría ser grave y motivo de consulta médica.
Otros signos de advertencia son que un testículo aumente de tamaño o duela o que el escroto se ponga firme, duro, pesado o dolorido, según informa el Servicio Nacional de Salud (NHS) de Reino Unido. También pueden ser síntomas el dolor de espalda o de estómago, la pérdida de peso, la tos, la dificultad para respirar o tragar y el dolor torácico.
¿Cómo es la vida después de un diagnóstico de cáncer de testículo?
El tratamiento suele consistir en una intervención quirúrgica para extirpar el testículo, a veces seguida de quimioterapia o radioterapia. Algunas personas optan por colocarse un testículo artificial para sustituir al que pierden en la operación.
Algunos tratamientos del cáncer testicular pueden afectar a la fertilidad, lo que significa que podría ser más difícil tener hijos. Antes de iniciar el tratamiento, puedes considerar la posibilidad de almacenar esperma, que podría utilizarse para tratamientos de fertilidad en el futuro. Si el cáncer se ha extendido a otras partes del cuerpo, resulta más difícil de tratar. En ese caso, los médicos pueden ofrecer tratamientos más intensivos o cuidados paliativos para controlar los síntomas el mayor tiempo posible.
La conclusión, según Van Poppel, es que el cáncer testicular no tiene por qué ser una sentencia de muerte. "Muchos de estos tipos que se descubren tarde, incluso metastásicos, pueden curarse", dice Van Poppel. "Pero el objetivo principal debe ser la detección a tiempo".