Marcelo nombró a Luís Montenegro tras recibir de nuevo a los presidentes del PS, Chega y PSD. En su primera intervención, Montenegro dijo que quería dialogar con todos y descartó una revisión constitucional, al menos de momento.
El presidente de la República nombró este jueves como primer ministro a Luís Montengro, tras recibir en Belém a los líderes del PS, Chega y AD, los partidos con mayor representación parlamentaria, una vez finalizado el recuento de los votos de las circunscripciones de emigración.
"Vistos los resultados de las elecciones a la Asamblea de la República, oídos los partidos políticos en ella representados, en los términos constitucionales, y asegurada la viabilidad parlamentaria del nuevo Ejecutivo, el presidente de la República ha nombrado hoy al Dr. Luís Montenegro primer ministro del XXV Gobierno Constitucional. El nombramiento y la toma de posesión del Gobierno tendrán lugar después de la publicación de los resultados definitivos de las elecciones y de la reunión constitutiva de la nueva legislatura de la Asamblea de la República", reza uncomunicado publicado en la página web de la Presidencia.
Esta información fue corroborada a última hora de la tarde por el propio Luís Montenegro: "El presidente de la República me ha designado para formar Gobierno y esta será una tarea a la que me dedicaré en los próximos días y, por lo tanto, daremos curso a lo que fue la voluntad del pueblo portugués, materializada en los resultados de las últimas elecciones", afirmó.
Añadió que, en una interpretación de los resultados electorales, que dieron como resultado que AD "refuerce su representación en la Asamblea de la República", el Ejecutivo "continuará el trabajo que viene realizando en el último año".
Luís Montenegro afirmó también que el Gobierno estará especialmente centrado en "responder a las principales preocupaciones" de los ciudadanos, dando "prioridad al crecimiento de la economía, a la creación de riqueza", para proporcionar un "aumento de la renta de las familias portuguesas, de los trabajadores y de los pensionistas", así como la "capacidad de las empresas para apalancar nuevas inversiones" y disponer de "recursos para estimular una mayor capacidad de respuesta en los servicios públicos".
Sobre este último tema, enumeró como prioridad del Ejecutivo "seguir transformando el Servicio Nacional de Salud, dar calidad y exigencia a la escuela pública, poner en marcha el plan de inversiones públicas en el sector de la vivienda, pero también "dar regulación y dignidad al sector de la inmigración, reforzar la Policía de barrio y la sensación de seguridad de los portugueses". Y, por último, "invertir en una política fiscal que pueda ser uno de los factores de retención de nuestro capital humano, en particular de los más jóvenes".
En cuanto a la aplicación del programa de Gobierno, afirmó que cuenta y pretende dialogar "con todos los partidos políticos, tanto los que tienen representación parlamentaria como los que tienen más expresión de responsabilidad, a través de la voluntad del pueblo portugués", para alcanzar "las mejores soluciones legislativas y de gobierno", apelando al "sentido de la responsabilidad" de todos. También afirmó que no se firmará "ningún acuerdo permanente de gobernabilidad ni ningún acuerdo parlamentario".
Pese a señalar que será un Gobierno "necesariamente nuevo, porque va a tomar posesión y es una legislatura nueva", subrayó que tendrá "muchos elementos que vienen del Gobierno anterior", aunque también dijo que tendrá "energías renovadas" y estará "centrado en el futuro".
Preguntado por los periodistas sobre el tema de la revisión constitucional, que han sugerido Chega e Iniciativa Liberal, aseguró que ésta "no es una prioridad del Gobierno", como tampoco lo son las que había enumerado anteriormente. Sin embargo, señaló: "Más adelante podremos discutir este asunto. No vamos a hacerlo pronto y por eso no estamos preparados para entrar en esa discusión."
Chega y el PS garantizan la viabilidad del Gobierno
En declaraciones a los medios tras la reunión con el presidente de la República, tanto Carlos César, del PS, como André Ventura, de Chega, garantizaron que harán viable un Gobierno de AD. En un primer momento, el presidente del PS destacó que era "normal" que Luís Montenegro fuera nombrado jefe de Gobierno, al tiempo que señaló que era "obligación" del partido hacer posible la voluntad expresada por los portugueses en las últimas elecciones.
"No se trata de refrendartodo o parte del programa electoral de AD. Se trata de refrendar lo que los portugueses entienden por el Gobierno que quieren en la próxima legislatura. Ésa es nuestra obligación", declaró Carlos César tras la reunión con el Jefe del Estado.
Tras añadir que el partido cree "que la voluntad del pueblo debe ser respetada", Carlos César señaló que "el PS no tolerará ninguna iniciativa que obstruya la viabilidad del Gobierno que surja de las elecciones". Por ello, concluyó, no votará a favor de las mociones de rechazo al programa del Ejecutivo.
André Ventura, en representación de Chega, aseguró que "no apoyará ninguna moción de rechazo al programa del Gobierno" y que el partido pretende cumplir, "con responsabilidad", el papel para el que fue "mandatado": el de "líder de la oposición".
Al respecto, el presidente de Chega "dio garantías de que no imposibilitaría la toma de posesión del Gobierno", esperando que, en un posible momento futuro, "si Chega gana las elecciones legislativas, haya la misma tolerancia democrática por parte de los demás partidos, y en el caso concreto del PSD".
Justificó su decisión argumentando que, en este momento, "los portugueses quieren estabilidad", por lo que "no permitirá que soluciones irresponsables y poco realistas creen una nueva crisis política". No obstante, advirtió de que se esforzará por "garantizar al país que existe una mayoría preparada y alternativa para gobernar Portugal, cuando y como esa situación se produzca".
Tras los dos líderes de los partidos, fue el turno de Luís Montenegro de reunirse con el presidente de la República, tras lo cual no hizo declaraciones a los periodistas. Sin embargo, volvería al Palacio de Belém 20 minutos después, momento en el que sería nombrado primer ministro.
La decisión de Marcelo Rebelo de Sousa se produce después de que al final de la jornada del miércoles se dieran a conocer los resultados definitivos de las últimas elecciones parlamentarias, tras el recuento de los votos emitidos por los emigrantes.
Así, AD logró elegir un total de 91 diputados (el 31,21% de los votos), Chega obtuvo 60 mandatos (tras ganarse la confianza del 22,76% de los votantes y convertirse así en la segunda fuerza política de Portugal) y el PS se quedó con 58 diputados (el 22,83%), en una clara derrota electoral que fue asumida de inmediato por el entonces secretario general del partido, Pedro Nuno Santos.