"Ya hemos hecho suficientes concesiones", dijo Wilders durante una rueda de prensa en la que anunció su plan de 10 puntos, y añadió que si "no pasa nada o no es suficiente, estamos fuera".
El líder del ultraderechista Partido por la Libertad (PVV) neerlandés, Geert Wilders, ha presentado un plan de 10 puntos para recortar radicalmente la inmigración, presionando a su coalición cuatripartita para que endurezca la política migratoria o se arriesgue a una crisis de gabinete.
"Se han acabado los guantes", es decir, que ahora van enserio, dijo Wilders durante una rueda de prensa para anunciar el plan, añadiendo que si no se endurece la política migratoria, su partido "está fuera del Gabinete".
La propuesta exige el cese total del asilo, así como la paralización temporal de las reagrupaciones familiares de los solicitantes de asilo a los que se haya concedido el estatuto de refugiado y la devolución de todos los sirios que hayan solicitado asilo o se encuentren en Países Bajos con visados temporales.
También quiere cerrar centros de acogida y desalojar a los titulares de visados de los centros para crear más espacio, en lugar de abrir otros nuevos, algo que han pedido partidos de la oposición y activistas para evitar el hacinamiento y las condiciones inhumanas de los solicitantes de asilo que necesitan refugio.
A las personas con doble nacionalidad que hayan sido condenadas por delitos violentos o sexuales se les debería revocar la nacionalidad neerlandesa y ser deportadas, añadió, y el Ejército debería ser desplegado para vigilar las fronteras terrestres.
Una carrera política basada en la inmigración
Wilders ha construido su carrera gubernamental reclamando políticas de línea dura contra el islam y la inmigración en Países Bajos. Su partido, que durante mucho tiempo estuvo en la oposición, tiene ahora cierto poder como socio de coalición, y ha dicho que su paciencia se ha agotado tras meses de conversaciones y poca acción por parte del Gobierno para tomar medidas enérgicas contra la inmigración.
Su PVV ganó las elecciones nacionales de 2023, pero no consiguió el puesto de primer ministro tras la resistencia de otros partidos importantes. El neutralDick Schoof se convirtió en primer ministro en una coalición entre el PVV, el derechista Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD), el reformista Nuevo Contrato Social (NSC) y el populista Movimiento de Ciudadanos Campesinos (BBB).
Wilders dijo que algunas de las medidas ya han sido adoptadas por otras naciones europeas, incluida la vecina Alemania. Otras requerirán que los Países Bajos se salgan de las convenciones europeas, dijo.
Los ministros de la coalición neerlandesa tendrían que llegar a un acuerdo sobre las propuestas antes de enviarlas al Parlamento para su aprobación. Eso significaría renegociar el acuerdo político que allanó el camino para la creación del Gobierno cuatripartito.
Una amenaza común de Wilders
A principios de año, Wilders ya amenazó con abandonar la coalición y convocar nuevas elecciones si no se aprobaban cambios que endurecieran la ley de asilo del país. Un proyecto de ley presentado por la ministra de Asilo y Migración del PVV, Marjolein Faber, fue criticado por el Consejo de Estado neerlandés, que planteó cuestiones sobre su viabilidad jurídica y concluyó que la legislación estaba "chapuceramente redactada".
Wilders ya ha amenazado anteriormente con desencadenar crisis políticas en Países Bajos si otros partidos no cumplen la legislación sobre inmigración. En octubre del año pasado, intentó declarar el estado de emergencia en todo el país para impulsar medidas de asilo más estrictas sin la aprobación parlamentaria.
Al final, los cuatro partidos del Gobierno acordaron una nueva serie de medidas que restringían el derecho de los solicitantes de asilo a recurrir en los tribunales y limitaban a tres años la validez de su estatuto. Pero el lunes, Wilders dijo que su paciencia se había agotado ante la falta de acciones concretas desde que la coalición acordó estas medidas.