El secretario general del Consejo de Europa responde a la carta firmada por nueve países europeos. Los nueve Gobiernos piden que se modifique el Convenio de Derechos Humanos (CEDH) en materia de migración.
He aquí la respuesta del Consejo de Europa a la carta que el Gobierno de Giorgia Meloni firmó junto con otros ocho países europeos pidiendo una enmienda al Convenio Europeo de Derechos Humanos.
"El 22 de mayo de 2025, a iniciativa de Dinamarca e Italia, nueve Estados del Consejo de Europa -entre ellos Austria, Bélgica, Chequia, Estonia, Letonia, Lituania y Polonia- publicaron una carta conjunta en la que pedían a una "conversación nueva y abierta" sobre cómo interpreta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos el Convenio Europeo de Derechos Humanos", escribe el secretario general del Consejo de Europa, Alain Berset, en un mensaje publicado el sábado.
La secretaria recuerda a continuación que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos no es un órgano externo. Es el brazo jurídico del Consejo de Europa, creado por los Estados , establecido por elección soberana y vinculado por un Convenio que los 46 han firmado y ratificado libremente.
"Existe para proteger los derechos y valores que se han comprometido a defender. La defensa de la independencia e imparcialidad del Tribunal es nuestro fundamento", añadió Berset.
"El debate es saludable, pero politizar el Tribunal no lo es. En una sociedad de Derecho, ningún órgano judicial debe estar sometido a presiones políticas. Las instituciones que protegen los derechos fundamentales no pueden plegarse a los ciclos políticos. Si lo hacen, corremos el riesgo de erosionar la estabilidad que ellas mismas deben garantizar", prosigue el secretario, que hace un llamamiento a los Estados firmantes: "El Tribunal no debe ser utilizado como arma, ni contra los Gobiernos, ni por ellos".
Berset recuerda a continuación que en 2025 el Convenio cumplirá 75 años y que el Tribunal ha dado vida a sus principios, guiando a los Estados europeos a través de amenazas a la independencia judicial, agitaciones políticas e incluso guerras.
"En cada caso, ha sido una brújula constante, defendiendo el Estado de Derecho y protegiendo los derechos individuales dentro del sistema de controles y equilibrios que nuestros Estados han decidido construir juntos", prosigue el mensaje.
"El Tribunal Europeo de Derechos Humanos es el único tribunal internacional que juzga las violaciones de los derechos humanos en el contexto de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania. Esto no debe ponerse nunca en peligro", explica además Berset.
"Al enfrentarnos a los complejos retos actuales, nuestra tarea no es debilitar el Convenio, sino mantenerlo fuerte y relevante: garantizar que la libertad y la seguridad, la justicia y la rendición de cuentas, se mantienen en equilibrio. Este es el legado que recibimos. Y es el deber que compartimos", concluye la carta.