¿Te atreves a jugar al futbolín contra un robot o a sentir la electricidad en tu cuerpo? En el Luxembourg Science Center, la ciencia y la tecnología se viven con exposiciones interactivas y talleres sorprendentes. ¿Listos para la aventura?
En este episodio de 'Smart Regions', viajamos al sur de Luxemburgo para explorar el Luxembourg Science Center, un museo de ciencia y tecnología, cofinanciado por la Unión Europea, donde niños y mayores aprenden de forma lúdica sobre los misterios del universo.
No se asusten si ven a una estudiante con el pelo completamente electrizado por la electricidad estática en uno de los talleres de electricidad que ofrece el museo o a un grupo de jóvenes jugando al futbolín contra un robot, y perdiendo la partida.
"La ciencia es muy abstracta y mucha gente le tiene miedo. Nuestra idea es acercarla al público y ver cómo podemos interactuar con la ciencia, tocarla, olerla, escucharla", explica Nancy Racké, directora general del Luxembourg Science Center.
Los cerca de 70.000 visitantes que acuden cada año son los protagonistas en este museo que cuenta con cerca de 100 exposiciones interactivas y espectaculares talleres guiados por mediadores científicos expertos en cada una de las materias.
Coincidimos con la visita de la Escuela Internacional de Differdange. Una veintena de jóvenes de entre 13 y 14 años entran sonrientes a la zona donde se encuentran las exposiciones interactivas.
Un grupo de alumnas se acerca a la bola de plasma, una de las más grandes del mundo. Colocan la mano en el cristal y ven cómo se altera el campo eléctrico formando unos rayos gruesos que se dirigen hacía sus manos.
Otro grupo de alumnos corre a jugar al futbolín contra un robot. Cuando nos acercamos a ver la partida, la pantalla marca un 3 para el robot y un 0 para los humanos. Otros se juegan en la caja de arena de Realidad Aumentada, donde pueden conformar y ver los niveles topográficos. Otros prueban a poner sus dedos sobre unas chapas conductoras de electricidad que les da una pequeña descarga eléctrica. ¡Esta es una experiencia de alto voltaje!
"Me gustaría traer a mis amigos porque es una muy buena experiencia. Aprendemos y nos lo pasamos bien. Estudiar podemos hacerlo en la escuela, pero estudiar y divertirnos al mismo tiempo no, así que es genial cuando venimos", nos dice Tommy Bianchi-Torraile, uno de los estudiantes de la Escuela Internacional de Differdange.
Cada una de las estaciones experimentales cuenta con una pantalla táctil en cinco idiomas, (inglés, francés, alemán, luxemburgués y portugués), que explica en qué consiste la experiencia, su historia y uso.
Acompañamos a los alumnos a un taller de química con uno de los mediadores. Escuchan atentos las explicaciones sobre los plásticos y los polímeros.
"Este taller nos prepara para el examen de química que tendremos dentro de poco, aprendemos de forma más divertida. Retenemos más fácilmente los conceptos a través de experiencias porque nos permite visualizar los temas y nos ayuda a comprenderlos mejor", cuenta Tommy Bianchi-Torraile.
Julien Laigle es el mediador científico experto en astronomía. No para de trabajar porque el planetario del Luxemburgo Science Center, cofinanciado por fondos europeos, es una de las principales atracciones. Nos permite viajar por el Universo sin necesidad de telescopio o de que haga buen tiempo.
Julien Laigle nos cuenta que a los niños es a los que más les emociona. "Recibes comentarios muy positivos y eso hace que sea un trabajo muy gratificante", nos explica emocionado.
Una amplia variedad de experiencias del Luxembourg Science Center, entre ellas el planetario y otros equipamientos de investigación, han costado 1.5 millones de euros. El 40% ha sido financiado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), el 60% restante ha sido financiado por el Ministerio de Educación de Luxemburgo.
Desde explorar el cosmos a desafiar a un robot al tres en raya. La ciencia y la tecnología están al alcance de todos en este museo interactivo en el corazón de Europa.