Los ministros comunitarios de Economía y Hacienda se reunirán próximamente en Varsovia para discutir la propuesta de un grupo de expertos que contempla extender un mecanismo de préstamos en materia defensiva a países como Reino Unido, Suiza o Noruega.
Los ministros de Economía y Hacienda de la UE estudiarán una propuesta para crear una nueva institución intergubernamental denominada 'Mecanismo Europeo de Defensa' (MED) para gestionar aquellos préstamos relacionados con la Defensa y la cooperación con terceros países como Reino Unido, Noruega o Suiza.
"Dada la necesidad de mantener posiciones fiscales prudentes, la inversión en Defensa no puede llevarse a cabo sin una coordinación adecuada", declaró el ministro polaco de Economía, Andrzej Domański, en una carta enviada el pasado viernes. El mecanismo propuesto refleja la reciente idea británica de un fondo supranacional de rearme.
Este supondría recurrir a préstamos en los mercados de capitales y centralizar las compras de Defensa para reducir costes. "Dado que el gasto en Defensa sigue siendo una prerrogativa nacional, este modelo intergubernamental puede ofrecer una respuesta más eficaz a la insuficiente financiación bélica", añadió Domański.
Los ministros de Economía y Hacienda de los Veintisiete se reunirán con sus homólogos del Reino Unido, Noruega y Suiza en Varsovia los días 11 y 12 de abril, donde se debatirá un documento del grupo de expertos económicos Bruegel, con sede en Bruselas, que incluye la propuesta del MED. Basándose en el modelo del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, el documento de Bruegel propone que la UE sea un accionista más, representado por la Comisión Europea, para garantizar una coordinación fluida con los países no .
Según los investigadores de Bruegel, el mandato del MED podría incluir el establecimiento de un mercado único de Defensa e incluso la propiedad de activos militares estratégicos, como un sistema de satélites para inteligencia y comunicación militar o tecnología avanzada de misiles. Estas medidas, defiende Bruegel, reducirían la carga fiscal del rearme de los países .
Con similitudes al actual Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el fondo propuesto no requeriría la participación de los 27 Estados de la UE. También podría ampliar su alcance financiero a los países no pertenecientes a la UE suscritos y a los no pertenecientes a la zona euro.
Para adherirse al mecanismo, los tendrían que aportar una cuota en función de su tamaño económico, gasto militar y/o activos, y las decisiones podrían tomarse en función de las participaciones en el capital o por mayoría cualificada. El fondo podría apoyar aún más a los de primera línea mediante préstamos sin intereses o asignando a los de primera línea una parte del material adquirido mayor que la que estos pagan.
Los mecanismos de financiación no ofrecen los incentivos adecuados, dice Bruegel
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha instado a los de la OTAN a aumentar su gasto en Defensa hasta el 5% del PIB, un objetivo que ningún miembro cumple actualmente y que resulta especialmente difícil para los ocho europeos de la OTAN, que gastaron menos del 2% en 2024. Los países europeos están prometiendo más dinero para fortalecer la Defensa europea, pero los cambios en las partidas presupuestarias no cerrarán las brechas en el bloque.
Los investigadores de Bruegel sostienen que los actuales instrumentos de financiación de la Defensa de la UE no ofrecen los incentivos adecuados para igualar la producción militar del Kremlin. Los instrumentos existentes, como el Fondo Europeo de Defensa (FED), la Ley de Apoyo a la Producción de Municiones (ASAP) y el plan Rearmar Europa, representan un avance, pero "los incentivos ofrecidos son demasiado pequeños para abordar el sesgo nacional en las adquisiciones o para coordinar el suministro de 'habilitadores estratégicos' como los satélites militares", argumenta el documento.
La compraventa bélica de cada país sigue dominada por sus respectivas empresas nacionales. En Francia, por ejemplo, las dos principales empresas de defensa representaban el 69% de las ventas nacionales del sector en 2024. Los investigadores afirman que, ante la creciente retirada de EE.UU. de su tradicional papel de protector de Europa, es urgente abordar este enfoque fragmentado, el sesgo nacional en las adquisiciones y las actuales lagunas tecnológicas. ¿Cómo? Además del Mecanismo Europeo de Defensa, Bruegel recomienda ampliar el papel de organismos existentes como la Agencia Europea de Defensa en la planificación, adquisición y financiación comunes.
También sugiere un nuevo instrumento similar al utilizado en respuesta a la pandemia de COVID-19 de apoyo temporal para mitigar los riesgos de desempleo en caso de emergencia (SURE), y el fortalecimiento de coaliciones como la cooperación estructurada permanente para la Defensa y la Seguridad (PESCO) para desarrollar habilitadores estratégicos y reducir la dependencia de Estados Unidos.
"La dependencia de los fabricantes estadounidenses puede ser difícil de superar", afirma el documento, al tiempo que subraya que Europa tiene la oportunidad de rearmarse y reducir su dependencia de EE.UU. si emprende una profunda reforma tanto de la demanda como de la oferta del mercado de Defensa en Europa.