Una gran mayoría de partidos abogan por unas elecciones anticipadas, que podrían celebrarse el 11 o el 18 de mayo. El presidente Marcelo Rebelo de Sousa, que convoca este jueves al Consejo de Estado, tomará la decisión final.
El presidente de la República de Portugal ya ha finalizado la ronda de consultas con todos los grupos parlamentarios en el Palacio de Belém, en Lisboa, de cara a decidir si convoca nuevas elecciones anticipadas -la opción más probable- o encarga a un candidato propuesto por los partidos para formar un nuevo Gobierno.
El primer ministro saliente, Luís Montenegro, fue el primero en ser recibido. El político conservador, que perdió esta semana su cuestión de confianza tras verse rodeado por un escándalo de corrupción, ha abogado por una celebración electoral rápida. El líder del Ejecutivo en funciones ha itido que el país se enfrenta a una situación "desafiante".
El Consejo Nacional del Partido Socialista portugués se reunió este miércoles por la tarde para analizar la situación política. El líder de la oposición, Pedro Nuno Santos, ha expresado que desea la convocatoria ante las urnas: "Es la única forma que tenemos de aclarar la situación política en Portugal e iniciar una nueva fase de la vida política con confianza en el Gobierno y en el primer ministro".
Desde la tercera fuerza política del Parlamento, la ultraderechista Chega, también se defiende la celebración de elecciones pese a su retroceso en las encuestas. Su líder confía en que el presidente, Marcelo Rebelo de Sousa, actúe en esta dirección: "Yo también estoy convencido de que este jueves se anunciará la disolución del Parlamento y habrá convocatoria de elecciones para el 11 de mayo", ha dicho André Ventura tras reunirse con el jefe del Estado atlántico. El ultraderechista ha afirmado que su partido está disponible para un acuerdo postelectoral con los conservadores moderados del PSD, pero solamente si el primer ministro destituido queda fuera de la ecuación. "Luís Montenegro es un 'no es no', y no es una represalia. Es porque, en estas circunstancias, es imposible confiar en que este primer ministro sea capaz de gobernar", ha dicho Ventura.
Iniciativa Liberal, el único partido opositor que apoyó a Montenegro en la cuestión de confianza, también ha pedido la convocatoria de elecciones anticipadas lo antes posible. Su líder, Rui Rocha, ha garantizado que el partido acudirá a las urnas en solitario.
Por parte del CDS-PP, socio minoritario en la coalición gubernamental de centroderecha, también se ha pedido un adelanto de los comicios. Nuno Melo, su líder y actual ministro de Defensa, ha afirmado que el partido hará todo lo posible para que el Gobierno caído se restablezca, considerando "innecesaria" la actual crisis política y culpando a los socialistas de generar esta situación.
Mariana Mortágua, del Bloque de Izquierda, quiere superar el "ruido" que se espera durante la campaña electoral: "Hay que aprovechar las elecciones para hablar de problemas importantes como la vivienda, los temas laborales y la sanidad". Mortágua reconoce que será una campaña difícil pero dice estar esperanzada. "Confío en que la izquierda puede salir reforzada". El Bloque descarta establecer hipótesis sobre una posible alianza postelectoral con el PS, pero afirma que el partido nunca ha dejado de dialogar.
Paulo Raimundo, secretario general de la formación comunista P, tampoco se moja sobre posibles alianzas postelectorales, afirmando que sólo habrá solución cuanto más fuerte sea el P.
El posible trato de favor a familiares del primer ministro saliente, en el punto de mira judicial
La actual crisis política se produce tras la cuestión de confianza al Gobierno, que fue rechazada por toda la oposición excepto por Iniciativa Liberal. La votación se produjo tras dos mociones de censura, a las que sobrevivió Montenegro. Estas fueron lanzadas por Chega y el P a raíz del posible trato de favor del líder del Ejecutivo en funciones hacia su empresa familiar, Spinumviva. El caso ha suscitado dudas sobre las incompatibilidades e impedimentos para cargos públicos y políticos.
Este miércoles se ha sabido que el Ministerio Público ha abierto una "investigación preventiva" sobre la empresa propiedad de la familia del primer ministro para evaluar si hay elementos que justifiquen una investigación. Según el Fiscal General de la República, Amadeu Guerra, han llegado a la Fiscalía tres denuncias sobre la empresa. "Por los elementos que hemos recogido hasta ahora, no hay motivos para abrir una investigación aún", ha afirmado Guerra.