El Tribunal General de la Unión Europea ha anulado la declaración de acoso y la consiguiente multa de 3.380 euros impuesta en 2023 por la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, a la exeurodiputada liberal de Luxemburgo, Mónica Semedo.
La Justicia de la Unión Europea anuló este miércoles la declaración de acoso y la sanción impuesta por la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, a la exeurodiputada luxemburguesa del grupo Renovar Europa,* Monica Semedo, por considerar que no se respetaron los derechos de defensa.
A raíz de una denuncia de una antigua asistente parlamentaria, el comité consultivo del Parlamento Europeo aprobó en noviembre de 2002 un informe en el que concluía que los presuntos actos constituían acoso psicológico. Metsola envió a Semedo una versión anonimizada del informe al mes siguiente para que diera su opinión, pero la exeurodiputada impugnó el documento y solicitó, sin éxito, tener a todo el expediente.
En abril de 2023, el jefe del Parlamento Europeo sancionó a Semedo por segunda vez durante el mandato 2019-2024 por acoso psicológico, y le impuso una multa de 3.380 euros, a pesar de que la política luxemburguesa negó rotundamente haber cometido algún tipo de infracción.
El Tribunal General de la Unión Europea ha dictaminado ahora que una persona acusada de acoso tiene derecho a un resumen de las declaraciones de los testigos oídos durante la investigación. El máximo órgano jurisdiccional de la UE también ha declarado que el resumen de las declaraciones de los testigos enviado a Semedo "no reflejaba la esencia de los testimonios prestados durante la investigación" y que tales decisiones estaban viciadas por irregularidades que afectaban al derecho de defensa de Semedo.
Los jueces recuerdan que el hecho de que el comité o el presidente del Parlamento no revelen los documentos del expediente en los que se basaron las autoridades "afecta inevitablemente" a la legalidad de las medidas adoptadas. Tiempo atrás, concretamente en enero de 2021, la política luxemburguesa también fue suspendida durante 15 días tras las acusaciones de acoso psicológico por parte de tres asistentes parlamentarios.
Conocida la decisión de los jueces, dimitió de su cargo y abandonó el Partido Democrático del entonces primer ministro, Xavier Bettel, pero se mantuvo como eurodiputada independiente en el grupo Liberal de la Eurocámara. El Parlamento Europeotendrá hasta dos meses para decidir si recurre la decisión ante el Tribunal de Justicia. "El Europarlamento ha tomado nota de la sentencia y la está estudiando", declaró el servicio de prensa de la Eurocámara.