Las autoridades de la capital belga intentan combatir la violencia relacionada con las drogas.
PUBLICIDADUn tiroteo en Bruselas -el cuarto en la capital belga esta semana- se ha saldado con la muerte de una persona, según han informado las autoridades a los medios de comunicación, vinculando el repunte de la violencia con las rencillas entre bandas de narcotraficantes rivales.
El último brote de violencia en la ciudad se produjo durante esta madrugada en el barrio de Peterbos, en Anderlecht, un municipio de la periferia sur bruselense, según ha informado la Fiscalía de la urbe metropolitana. La víctima ha sido un hombre que aún no ha sido identificado, ha dicho la portavoz de la policía, Sarah Frederickx, vinculándolo a las mafias del narco.
El tiroteo mortal del viernes se produce después de otros tres incidentes en los últimos tres días. El jueves, una persona resultó herida en un tiroteo cerca de la estación de metro de Clémenceau, situada también en Anderlecht. El miércoles, dos hombres intercambiaron disparos a la salida de la misma estación, lo que dio lugar a una persecución en los túneles del metro y a un breve cierre de varias estaciones. Aún no se ha capturado a los sospechosos. Horas antes, dos personas resultaron heridas en un tiroteo mucho más al centro, en Saint-Josse-ten-Noode.
Aunque no está claro si los incidentes están relacionados, se cree que están vinculados a disputas territoriales entre distintas bandas de narcotraficantes de la capital. "Probablemente se trate de represalias, de peleas entre mafias que libran una guerra por el territorio", ha declarado ante la radio pública el alcalde de Bruselas, Philippe Close.
El jueves, Close dijo que convocaría a otros alcaldes de los distritos de la ciudad para proponer un plan de lucha contra la violencia vinculada a la droga, según una agencia de noticias belga. El Gobierno ha dicho que planea fusionar temporalmente las seis zonas policiales separadas de Bruselas con el fin de desplegar más eficazmente a los agentes entre los distintos distritos.
El nuevo Gobierno belga, dirigido por el nacionalista flamenco Bart De Wever, ha declarado que quiere que las zonas policiales se fusionen permanentemente para combatir mejor la violencia en la ciudad.