El Ministerio del Interior también ha pedido a los carabinieri que establezcan zonas vetadas para garantizar la seguridad durante las celebraciones.
Freno a los fuegos artificiales y a otras actividades sensibles en Capodanno, la Nochevieja italiana.El Gobierno ultraconservador de Giorgia Meloni ha decidido adoptar las políticas de varias ciudades italianas importantes (Florencia, Milán y Bolonia, todas ellas feudos de la izquierda) con respecto al fin de año.
Una nueva directiva del Ministerio del Interior, comandado por Matteo Piantedosi, pide a los carabinieri, la Policía italiana, que identifiquen las zonas urbanas donde la presencia de personas peligrosas o con antecedentes penales pueda suponer un peligro público. Ello se suma a una serie de medidas específicamente diseñadas para estaciones, plazas y zonas de ocio nocturno, caracterizadas habitualmente por una alta concentración de gente.
El Gobierno de Hermanos de Italia intenta así reproducir a escala nacional las medidas adoptadas por distintos ayuntamientos en los últimos meses. Hasta 105 personas han sido expulsadas judicialmente de este tipo de zonas desde la aprobación de estas ordenanzas municipales, según datos de Interior. El Ministerio de Piantedosi precisa que el uso de las llamadas "zonas rojas" forma parte de una estrategia destinada a garantizar "la protección de la seguridad urbana y el uso normal de los espacios públicos por parte de los ciudadanos".
El Ayuntamiento de la capital de Lombardía se ha adelantado por unas horas al Gobierno, introduciendo este tipo de prohibiciones durante los próximos tres meses en zonas sensibles como la turística Piazza del Duomo o los Navigli. Bolonia, por su parte, ha prohibido el uso de botellas de vidrio y latas y ha limitado el aforo de su Piazza Maggiore a 9.000 personas, donde se celebrará la tradicional quema de la Vecchione.
Italia le declara la guerra a los petardos
A excepción de los espectáculos pirotécnicos autorizados, la gran mayoría de ciudades italianas ha prohibido el uso de petardos particulares,como ya ocurre en varias localidades europeas.
En Roma habrá multas de hasta 500 euros para quienes no respeten la ordenanza que entró en vigor el martes y estará vigente hasta el día de Reyes. Sólo está permitido el uso de pirotecnia no ruidosa como bengalas y varitas luminosas. El Campidoglio también ha lanzado una campaña de protección de los animales para desalentar el uso de petardos y tracas, que causan miedo y estrés a las mascotas y a las aves urbanas.
También se imponen multas de hasta 500 euros en Florencia, donde además se prohíbe la venta y el transporte de bebidas en envases de vidrio. Génova aplica las mismas normas durante Capodanno.
Ya se sabe, sin embargo, que Nápoles es indomable,donde las hogueras continúan siendo una tradición. Sólo se prohíbe la venta de bebidas de vidrio o en latas, pero se permite su uso en plástico y papel. Tampoco hay una ordenanza específica en la norteña Bolzano. El reglamento municipal de la capital del Tirol del Sur prohíbe encender o lanzar bengalas y fuegos artificiales, así como el uso de petardos durante todo el año.
La misma prohibición rige también en Venecia, donde las únicas hogueras autorizadas son las del Ayuntamiento, previstas para la medianoche del 31 de diciembre en la dársena de San Marcos. Los fuegos artificiales también están prohibidos todo el año en Turín y en casi todas las ciudades del Piamonte. También están prohibidos en Calabria, Las Marcas, las ciudades de Cerdeña y Palermo.