El centro financiero alemán se impone a otros ocho ciudades europeas, como Madrid, París y Roman, mientras la Unión Europea da los últimos retoques a la reforma de la lucha contra el blanqueo de dinero.
PUBLICIDADFráncfort ha ganado la carrera por albergar la nueva y prestigiosa Autoridad de la UE contra el blanqueo de capitales (AMLA), pieza central de las reformas emprendidas tras una serie de escándalos de dinero negro.
El centro financiero alemán se impuso a la competencia de grandes ciudades como París, Madrid y Roma, en una votación celebrada en la noche del jueves que podría sentar un nuevo precedente para la futura ubicación de las agencias de la UE.
"En los últimos años hemos recibido muchas llamadas de atención sobre el dinero sucio que circula por el sistema financiero", declaró a la prensa Mairead McGuinness, de la Comisión Europea. Su elección es el último elemento que queda de una reforma de la UE que contempla límites a las grandes transacciones en efectivo y nuevos controles de identidad para los agentes y patrocinadores del fútbol.
Se produce tras el escándalo en el que Danske Bank se declaró culpable de blanquear cientos de miles de millones en fondos rusos a través de su sucursal de Tallin, y la quiebra de entidades crediticias como la maltesa Pilatus y la letona ABLV.
Agencias repetidos por todo el bloque
Mientras que las principales instituciones de la UE, como la Comisión y el Parlamento, se encuentran en Bruselas, Luxemburgo y Estrasburgo, sus agencias, encargadas de tareas más especializadas o analíticas, están repartidas por todo el bloque. En general, los países apoyan la idea de repartir la generosidad de la UE y acercar la toma de decisiones a los ciudadanos, pero los organismos más alejados pueden tener dificultades para atraer personal.
La ubicación de las agencias de la UE ha sido decidida históricamente por los Estados reunidos en el Consejo de la UE, y ha estado tan reñida que un caso reciente, el de la Agencia Europea de Medicamentos, tuvo que decidirse por sorteo.
La situación cambió después de que los jueces de la UE dictaminaran que los eurodiputados debían tener la misma voz, lo que dio lugar a un proceso en el que tanto el Parlamento Europeo como el Consejo disponían de 27 votos cada uno.
Resultado claro
Con nueve candidatos para AMLA, los funcionarios no estaban muy convencidos de que habría un resultado claro, incluso hasta el último momento. "El proceso está establecido para encontrar un ganador, pero ya veremos si el proceso llega a buen puerto", afrimó el martes a 'Euronews' Vincent Van Peteghem, ministro belga de Finanzas que preside actualmente el Consejo.
En la ronda final de la votación secreta, Fráncfort recibió 28 votos; Madrid, 16; París, 6; y Roma, 4, explicó a la prensa la europarlamentaria española Eva Maria Poptcheva de Renew Europe. "Alemania no ha sido el país que mejor ha funcionado contra el blanqueo de capitales", dijo Poptcheva, citando un criterio considerado importante por los legisladores, aunque acogió con satisfacción las recientes reformas nacionales.
El nuevo proceso "no es un precedente legal", pero es "probablemente uno que básicamente funciona", aseguró Poptcheva, comentarios que sugieren que el bloque podría utilizar un sistema similar para seleccionar futuras agencias relacionadas con sanciones o abusos sexuales a menores.
¿Acuerdos entre bastidores?
No está claro qué acuerdos entre bastidores se llevaron a cabo para garantizar el triunfo de Alemania. Irlanda, que presentó a Dublín como candidata, puede consolarse si el ministro de Economía, Paschal Donohoe, gana su rumoreada candidatura para dirigir el Fondo Monetario Internacional, un papel que tradicionalmente se otorga a un europeo. Otros candidatos eran Riga, Vilna, Viena y Bruselas.
En la práctica, la decisión de optar por un gran centro financiero puede haber obedecido también a consideraciones prácticas, dado que AMLA es responsable de supervisar directamente 40 de los bancos más arriesgados del bloque.
La decisión de Fráncfort "dará a la nueva agencia inmediato a una arquitectura financiera y de supervisión excepcional", afirmó en un comunicado Enrico Aresu, responsable de soluciones de cumplimiento para Alemania, Austria y Suiza de Moody's Analytics, que añadió: "Tener el Banco Central Europeo en la misma ubicación facilitará la cooperación y la comunicación entre los supervisores bancarios y de blanqueo de capitales".