Los parques eólicos marinos reducen la factura energética, refuerzan la independencia energética de Europa e impulsan el sector con electricidad limpia y producida localmente.
En declaraciones a 'Ocean' en el parque eólico marino danés de Kriegers Flak, Giles Dickson, director general de WindEurope, destacó una ventaja clave de la energía eólica: la reducción de la factura eléctrica.
"La energía eólica es más barata que las alternativas fósiles. Así que cuantos más de estos parques eólicos marinos podamos construir, y también los terrestres, más bajarán las facturas de electricidad para los consumidores”, explica Dickson.
A medida que Europa se enfrenta a una creciente demanda de energía y a las presiones medioambientales, la eólica marina se considera cada vez más una solución fiable y asequible.
Los gobiernos europeos están dando prioridad a la energía eólica marina porque ofrece electricidad asequible, segura y generada localmente. Dickson señala: "Es energía local generada aquí en Europa, con equipos fabricados aquí en Europa: estos aerogeneradores se fabricaron en Dinamarca". Este enfoque autóctono no solo refuerza la seguridad energética, sino que también respalda la fabricación local y el empleo.
Las industrias pesadas, que consumen grandes cantidades de electricidad, están deseando acceder a esta fuente de energía limpia. "Están llamando a nuestra puerta para pedirnos que construyamos más parques eólicos marinos y poder consumir electricidad, porque saben que será más barato hacer funcionar sus fábricas con electricidad que con combustibles fósiles", afirma Dickson. La transición a la energía eólica está ayudando a los fabricantes europeos a reducir costes y disminuir su huella de carbono.
A pesar de los avances, el sector eólico europeo aún depende de algunas piezas clave importadas. "Algunos aerogeneradores tienen imanes permanentes con tierras raras, por ejemplo. Y en eso, dependemos en gran medida de China", señala Dickson. La Unión Europea trabaja ahora para diversificar sus cadenas de suministro, con el objetivo de abastecerse de estos materiales cruciales en otros países. "Nos llevará 5 o 10 años. Pero para nosotros es una prioridad absoluta", añade. "Y es que no queremos sustituir la antigua dependencia que teníamos del gas ruso por una nueva dependencia del equipamiento chino para la energía renovable".