Un nuevo y exhaustivo estudio concluye que "ampliar la ecología" podría salvar millones de vidas.
Los árboles en las ciudades no son sólo un "detalle", sino que tienen una enorme influencia en la salud pública al mantenernos más frescos. Un nuevo estudio ha calculado que el aumento de la vegetación en las zonas urbanas en un 30% podría haber evitado más de un tercio de todas las muertes relacionadas con el calor en el mundo entre 2000 y 2019. En total, 1,16 millones de vidas podrían haberse salvado con más vegetación durante este periodo de 20 años.
Aunque los beneficios para la salud de los espacios verdes son bien conocidos, el estudio de modelización de los investigadores de la Universidad Monash de Melbourne es el primero que calcula tanto el efecto refrescante del verdor en las temperaturas diarias como su efecto modificador en la relación calor-mortalidad.
"Esto nos proporciona una evaluación más completa de sus beneficios para mitigar la mortalidad relacionada con el calor", afirma el profesor Yuming Guo, director del estudio. "Estos resultados indican que preservar y ampliar el verdor podrían ser estrategias potenciales para bajar la temperatura y mitigar los efectos sobre la salud de la exposición al calor".
¿Cómo salvan vidas los árboles urbanos?
La exposición al calor es, cada vez más, una importante amenaza para la salud pública debido al cambio climático provocado por el hombre. Entre 2000 y 2019, las altas temperaturas se relacionaron con medio millón de muertes al año, lo que representa el 0,91% de todas las muertes mundiales.
Según el profesor Guo. "en los escenarios de calentamiento global más extremos", las estimaciones de muertes relacionadas con el calor oscilarán entre el 2,5% de todas las muertes en el norte de Europa y el 16,7% en el sudeste asiático en la década de 2090. Detener las emisiones que calientan la Tierra en su origen es la forma más eficaz de reducir las muertes relacionadas con el calor. Pero, ¿cómo puede el aumento de la vegetación ayudar también a proteger a las personas?
Una mayor extensión de césped, árboles y otras plantas en zonas urbanas densas tiene un efecto refrescante. La vegetación da sombra a las superficies, desvía la radiación solar y aumenta la evapotranspiración (evaporación del suelo y las plantas), lo que favorece la convección del aire. Esto enfría la temperatura ambiente y reduce el número de personas expuestas al calor extremo.
El profesor Guo afirma que también hay indicios de que el verdor puede modificar los riesgos de mortalidad relacionados con el calor, potencialmente debido a la mejora de la salud mental, el aumento del compromiso social y el ejercicio, y la reducción de la contaminación atmosférica.
¿Cuántas vidas se podrían haber salvado en Europa?
Según el estudio, el aumento de los niveles de vegetación en un 10%, 20% y 30% habría reducido las temperaturas medias diarias en 0,08ºC, 0,14ºC y 0,19ºC, respectivamente. A su vez, esto podría haber evitado 0,86, 1,02 y 1,16 millones de muertes, lo que representa el 27,2%, 32,2% y 36,7% de todas las muertes relacionadas con el calor entre 2000 y 2019.
Según el modelo, el efecto positivo de una mayor vegetación dependía de una serie de factores, como el tipo de clima y la composición socioeconómica y demográfica de una ciudad concreta. Si el nivel de vegetación aumenta un 30%, la media de vidas salvadas entre 2000 y 2019 es de 396.955 en Europa. Asia es el continente que más vidas salva, con 527.989. Más concretamente, son las zonas urbanas del sur de Asia, Europa del Este y Asia Oriental las que habrían experimentado una mayor reducción de las muertes relacionadas con el calor.
Los investigadores explican que las asociaciones entre calor y mortalidad se evaluaron utilizando datos de 830 localidades de 53 países y se extrapolaron a cada centro urbano. Mientras que el verdor se midió mediante el Índice de Vegetación Mejorado (EVI), un índice de vegetación por satélite derivado de imágenes de satélite de la NASA.