Los jóvenes de la región declaran niveles extremadamente altos de ansiedad, depresión y preocupación por el cambio climático.
El cambio climático está afectando al bienestar de los adolescentes en las zonas más afectadas por el calentamiento global, según un nuevo estudio realizado en Madagascar. Los jóvenes de las zonas rurales del país declararon sufrir ansiedad y depresión graves relacionadas con el temor al cambio climático.
Los autores de la investigación, publicada en 'Journal of Climate Change and Health', han pedido que se incorpore el apoyo a la salud mental en los esfuerzos de adaptación al clima para ayudar a los jóvenes que se enfrentan a un futuro incierto.
"Los adolescentes de Androy, en el sur de Madagascar, hablan de hambruna, miedo y futuros robados por la sequía y las tormentas de arena. Ante la pérdida de cosechas y la escasez de agua, muchos adolescentes se ven obligados a abandonar sus comunidades para sobrevivir, mientras que los que se quedan se enfrentan al hambre, a las dificultades para acceder a la educación y a una profunda desesperación", afirma la coautora, la Dra. Nambinina Rasolomalala, de la Universidad Católica de Madagascar.
¿Cómo afecta el cambio climático al bienestar de los adolescentes?
Las amenazas que el cambio climático supone para la salud de niños y adolescentes están bien documentadas. Pero la investigación sobre sus efectos en la salud mental de los países de ingresos bajos y medios más afectados por la crisis climática es limitada.
El estudio, realizado por investigadores del Trinity College de Dublín, la UCL, la Universidad Queen Mary de Londres, la Universidad Católica de Madagascar y CBM Global, revela que el cambio climático está teniendo graves repercusiones en la salud mental de los adolescentes del sur de Madagascar.
El estudio recopiló datos de encuestas realizadas a 83 adolescentes, junto con datos de grupos focales llevados a cabo con 48 de esos mismos adolescentes, en seis aldeas rurales en marzo de 2024. Los jóvenes de la región informan de niveles extremadamente altos de ansiedad, depresión y preocupación por el cambio climático, y muchos describen un sentimiento de desesperanza respecto al futuro. Los participantes describieron sentirse impotentes, y un adolescente dijo: "No tengo ni idea de lo que puedo hacer para ser feliz" y otro: "La vida es una miseria".
El cambio climático no es sólo un problema medioambiental
"Los jóvenes del sur de Madagascar son los pioneros involuntarios del impacto del cambio climático", afirma la autora principal, la Dra. Kristin Hadfield, del Trinity College de Dublín. "Pueden aportar datos importantes sobre el modo en que el cambio climático repercute en la salud mental de los adolescentes".
Hadfield añade que la investigación deja claro cómo el cambio climático no es sólo un problema medioambiental, sino también de salud mental. "Hemos descubierto que los factores crónicos de estrés climático -no sólo los fenómenos meteorológicos extremos- ya están influyendo en la salud mental de los adolescentes", afirma. "En los países de ingresos más altos, la ansiedad climática suele centrarse en los riesgos futuros, pero en Madagascar los jóvenes ya están viviendo la realidad".
La incertidumbre sobre el futuro alimenta la ansiedad climática
El estudio descubrió que el cambio climático afectaba a la salud mental de los adolescentes a través de tres vías principales: la pérdida de recursos del hogar, la incertidumbre sobre el futuro y la alteración de los mecanismos de afrontamiento.
La inseguridad alimentaria es especialmente grave: el 90% de los hogares se había quedado sin comida en el último año, y el 69% de los adolescentes había pasado un día entero sin comer.
Muchos de los que respondieron a la encuesta expresaron su profunda angustia por las dificultades de sus familias, y la mayoría había sido testigo de cómo personas de sus comunidades morían de hambre. Como dijo un adolescente: "Han muerto mucha gente. Había muchos ancianos, pero murieron a causa de la desnutrición". Otro dijo: "No hay agua y cuando la luz del sol quema, sufrimos".
Los investigadores instan a mejorar el apoyo a la salud mental en los países vulnerables
La coautora, la profesora Isabelle Mareschal, de la Universidad Queen Mary de Londres, afirma que los resultados subrayan la importancia de reconocer la necesidad de prepararse para los efectos psicológicos del clima, no sólo los medioambientales.
"Esperamos que estos hallazgos puedan ayudar a fundamentar intervenciones para mejorar los resultados de la salud mental, con especial atención a los jóvenes de países de ingresos bajos y medios".
El estudio se llevó a cabo en la región de 'Grand Sud', al sur de Madagascar, que es una de las zonas más gravemente afectadas por el cambio climático. En 2021, la región sufrió lo que algunos consideran la primera hambruna del mundo inducida por el cambio climático.