Mientras que los libros de Björk y Colin Greenwood se publican a través de editoriales tradicionales y con una empresa de diseño artístico, la decisión de Taylor Swift de publicar a través de su propio sello tiene implicaciones más amplias para la industria editorial.
PUBLICIDADTres artistas del mundo de la música están publicando libros que documentan momentos históricos, tanto en directo como en el estudio. El bajista Colin Greenwood ha publicado esta semana un libro de 136 páginas con imágenes nunca vistas entre bastidores de su banda Radiohead.
'Cómo desaparecer' (del inglés 'How to Disappear') incluye 97 fotografías de Greenwood, junto con un ensayo de 10.000 palabras, que aporta una mirada íntima a una de las bandas más grandes y reservadas del mundo.
"Desde hace años, tomo furtivamente fotos de mi banda, Radiohead. He intentado pillar a mis amigos con mi pequeña Yashica T4 Super. Están tan perdidos en su propio momento de actuación que no me ven con la cámara", ha dicho Greenwood sobre la colección.
Mientras que este es el primer lanzamiento editorial del bajista de Radiohead, la artista islandesa Björk ha anunciado esta semana la publicación de su noveno libro. 'Cornucopia: The Book' es un libro ilustrado de 480 páginas que narra la gira que tuvo lugar entre 2019 y 2023.
Con 313 imágenes, incluidas fotografías de Santiago Felipe y diseños de conciertos de Tobias Gremmler, lleva el mundo único de la experiencia en vivo de Björk a la mesa de café y saldrá a la venta el 15 de noviembre.
"A lo largo de este relato, hay una subtrama entretejida: una segunda historia de un avatar, una marioneta moderna que muta alquímicamente, de marioneta a marioneta, desde la herida de una herida en el corazón hasta un estado completamente curado", escribió Björk sobre el libro. "Espero que lo disfrutéis".
También se ha anunciado esta semana un libro de Taylor Swift, que documenta su reciente gira, que ha batido récords. 'Taylor Swift: The Eras Tour Book', que saldrá a la venta el 29 de noviembre, incluye fotografías de Swift entre bastidores y testimonios de la gira.
El libro de Swift, de 256 páginas, se diferencia de los demás en que ella ha creado su propio sello editorial para publicarlo. Mientras Greenwood publica su libro a través de John Murray, filial de Hachette, y Björk lo hace a través del estudio de diseño M/M Paris, Swift ha creado Taylor Swift Publications.
Como casi todo lo que hace Swift, desde el punto de vista comercial es un movimiento inteligente. Al igual que las reediciones de 'Taylor's Version', esto garantiza que Swift pueda lanzar otro producto al mundo y obtener el máximo beneficio de él.
¿Podría Swift estar cerrando la puerta a autores poco conocidos?
¿Y por qué iba a necesitar una editorial? Parte de la función de una editorial es reducir el riesgo de que un artista se enfrente en solitario al mundo. Para la mayoría de los artistas, su valor reside en la combinación de reputación y capacidad de marketing.
Ninguna de las dos cosas es importante para Swift. Su popularidad es tan gigantesca y sus seguidores tan enérgicos que su libro se agotará casi de inmediato. No hay ninguna ventaja en que Swift se apoye en la reputación de una editorial mientras esta se lleva un porcentaje de los beneficios.
La mayoría de los fans de Swift celebran esta decisión y la alaban por eludir la enrevesada y a menudo elitista industria editorial. Pero esto tiene su otra cara. La industria editorial ha dependido durante mucho tiempo de grandes nombres como estrellas del pop, actores y políticos para financiar su modelo de negocio. Si se pregunta por qué siempre oye hablar de un nuevo cómico o actor que publica sus últimas memorias o novela, es porque estas suelen venderse mucho mejor al público que las de alguien famoso solo por escribir.
Al igual que a Hollywood le encanta crear una película basada en una propiedad intelectual existente, es más fácil vender un libro de alguien de quien ya se ha oído hablar. En el mundo literario, solo hay un número limitado de Sally Rooneys y R. F. Kuangs antes de entrar en la vasta gama de lanzamientos de autores poco conocidos.
Swift no necesita que estos editores se lleven una parte de sus beneficios para mantener a flote sus propias publicaciones. Es lo bastante grande como para renunciar a los supuestos beneficios de su industria.
Pero si todos los artistas con el nivel de participación de Swift en las redes sociales siguieran su ejemplo, la industria editorial se encontraría en una situación peligrosa. Puede que los 'swifties' aplaudan que su heroína se desvincule de una industria que le chupa la sangre, pero es el modelo de reparto de beneficios que está evitando lo que crea oportunidades para tantos otros autores.
En última instancia, los libros no son una forma especialmente fiable de ganar dinero. A las editoriales les encantaría que todos los libros que venden volaran de las estanterías. Por desgracia, no es así. Así que el modelo actual utiliza los beneficios masivos de figuras consagradas, como en el caso del nuevo lanzamiento de Rooney, 'Intermezzo', para compensar las pérdidas de los muchos otros autores que publican sus obras. No tengo una cita a mano para asegurarlo, pero apostaría a que Rooney está de acuerdo con esto, ya que crea un entorno literario con más novelistas publicados.
Si bien Swift puede presentar la creación de su propio sello como otro logro de una jefa que se hace a sí misma, ¿se trata en realidad de otra forma de cerrar la puerta a los artistas más pequeños?