Los rebeldes hutíes comenzaron a atacar barcos en el mar Rojo que creían que tenían vínculos con Israel poco después de que comenzara la guerra en Gaza en octubre de 2023, en ofensivas que decían que eran en solidaridad con los palestinos.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dicho que va a ordenar el cese de casi dos meses de ataques aéreos contra los hutíes de Yemen, afirmando que los rebeldes respaldados por Irán han indicado que "no quieren seguir luchando" y se han comprometido a dejar de atacar a la navegación en el mar Rojo. "Vamos a detener los bombardeos contra los hutíes, con efecto inmediato", dijo Trump al comienzo de su reunión en el Despacho Oval con el primer ministro de Canadá, Mark Carney.
Trump dijo que los hutíes había "capitulado, pero, lo que es más importante, les tomaremos la palabra de que dicen que no volverán a volar barcos. Y ese es el propósito de lo que estábamos haciendo", dijo el presidente estadounidense y añadió: "Creo que eso es muy positivo" pues, afirmó: "estaban derribando muchos barcos".
Los rebeldes hutíes comenzaron a atacar barcos en el mar Rojo que creían que tenían vínculos con Israel poco después del inicio de la guerra en Gaza en octubre de 2023, en ataques que decían que eran en solidaridad con los palestinos.
Desde noviembre de 2023 hasta enero de 2025, los hutíesatacaron más de 100 buques mercantes con misiles y aviones no tripulados, hundiendo dos y matando a cuatro marineros. Esto redujo a la mitad el flujo comercial a través del corredor del mar Rojo, por el que suelen circular anualmente mercancías por valor de un billón de dólares (882.000 millones de euros).
Preguntado por cómo habían comunicado los hutíes que querían dejar de ser objetivo de Estados Unidos, Donald Trump dio pocos detalles, limitándose a decir que la información procedía de una "muy buena fuente".
El ministro de Relaciones Exteriores de Omán, Badr al Busaidi, confirmó que la campaña aérea estadounidense estaba terminando, publicando en X que las discusiones que involucran a Washington y Muscat, así como a los negociadores en Yemen, "han dado lugar a un acuerdo de alto el fuego entre las dos partes" añadiendo que: "En el futuro, ninguna de las partes tendrá como objetivo a la otra, incluidos los buques estadounidenses, en el mar Rojo y el estrecho de Bab al Mandab, garantizando la libertad de navegación y la fluidez de la navegación comercial internacional".
En un comunicado, los hutíes afirmaron que su postura respecto a Gaza no había cambiado y que su "entendimiento inicial" con Estados Unidos no afectaría a su apoyo a los palestinos. En el comunicado no quedaba claro si estaban de acuerdo con el acuerdo con Estados Unidos.
La intensificación de la campaña estadounidense de ataques aéreos comenzó en marzo, cuando Trump prometió utilizar una "fuerza letal abrumadora" después de que los hutíes dijeran que reanudarían los ataques contra buques israelíes que navegan frente a Yemen en respuesta al bloqueo israelí de la Franja de Gaza. En aquel momento, describieron que la advertencia afectaba al mar Rojo, el golfo de Adén, el estrecho de Bab el-Mandeb y el mar Arábigo.
El anuncio de la Casa Blanca se produjo el mismo día en que el Ejército israelí lanzó ofensivas contra los hutíes que, según dijo, habían inutilizado por completo el aeropuerto internacional de la capital, Saná. Los ataques de Israel fueron su segunda ronda de agresiones aéreas contra objetivos en Yemen en represalia por un ataque con misiles hutíes el domingo cerca del principal aeropuerto de Israel.
El coste de la operación estadounidense
El precio de las municiones estadounidenses empleadas contra objetivos de los rebeldes hutíes en Yemen en los ataques diarios desde el 15 de marzo ha ascendido a más de 750 millones de dólares (660 millones de euros), según un funcionario estadounidense.
La istración Trump ha lanzado más de 2.000 municiones contra más de 1.000 objetivos, según el funcionario, que habló bajo condición de anonimato para proporcionar detalles sobre los ataques.
El total es sólo una fracción de los costes totales de la operación. No tiene en cuenta los costes de operación de dos portaaviones, los buques de guerra que los acompañan ni las horas de vuelo de los aviones. Tampoco incluye la destrucción por los hutíes de siete aviones no tripulados estadounidenses MQ-9 Reaper, con un coste de más de 30 millones de dólares (26 millones de euros) cada uno, ni la pérdida de un caza F/A-18 y un remolcador del portaaviones USS Harry S. Truman cuando maniobró para evitar un misil hutí y el avión cayó del portaaviones.
A pesar de que Trump enmarcó el acuerdo como una forma de reabrir el mar Rojo a la navegación comercial sin temor a un ataque hutí, "los hutíes no han disparado contra un buque comercial desde diciembre", dijo en X Gregory Brew, analista senior de la firma de análisis de riesgos Eurasia Group. "Sin embargo, es probable que sigan disparando contra Israel", señaló Brew.