Polonia se prepara para asumir la presidencia de la Unión Europea (UE) mientras el controvertido mandato húngaro llega a su fin.
La presidencia del Consejo de la Unión Europea rota entre los 27 Estados una vez cada seis meses. El país que ostenta la presidencia tiene la tarea de guiar el trabajo del consejo y representar a todos los Estados en las negociaciones con otras instituciones de la UE. Hungría dirigió el consejo desde el 1 de julio hasta finales de año. El primer día del nuevo año, será reemplazada por Polonia.
El mandato de Hungría comenzó con una polémica, ya que la presidencia se lanzó con una campaña titulada 'Make Europe Great Again', una ligera variación del eslogan 'Make America Great Again' ('Hagamos grande de nuevo a Estados Unidos') del antiguo mandatario y ahora presidente electo Donald Trump.
Visita a Putin en "misión de paz"
Pero la cosa no terminó ahí, en la primera semana de julio, también la primera semana de la presidencia de Budapest, el primer ministro de Hungría, Víktor Orbán, comenzó su presidencia con una visita muy criticada a Moscú, donde se reunió con el presidente ruso Vladímir Putin, en lo que llamó una "misión de paz".
Putin ha sido ampliamente excluido de Europa tras su invasión de Ucrania en febrero de 2022. El primer ministro Orbán fue el primer líder de la UE en reunirse con Putin desde la invasión rusa de Ucrania. Orbán y Putin se reunieron en Moscú por primera vez a principios de julio de 2022, y luego nuevamente, dos años después, esta vez con Hungría como presidenta de la UE.
Las visitas generaron críticas generalizadas, ya que el Parlamento Europeo condenó enérgicamente la reunión en una resolución. El Parlamento Europeo calificó la visita como una "flagrante violación de los tratados de la UE y la política exterior común", y presionó para que se tomaran represalias contra el líder húngaro.
Visita sorpresa a Xi Jinping
Orbán también fue criticado por reunirse con el presidente chino Xi Jinping en Pekín, una vez más, durante la presidencia rotatoria de su país del bloque. Muchos países de la UE comenzaron a distanciarse de Hungría, boicoteando las reuniones de la UE organizadas por Budapest, incluida la Comisión Europea. Muchos líderes sintieron que las políticas y opiniones de Orbán no representaban al resto del bloque, ni promovían sus intereses o objetivos comunes.
Las constantes críticas de Orbán a la UE, tanto en sus apariciones en los medios como en sus discursos, no han ayudado a su ya de por sí deteriorada imagen. El primer ministro húngaro ha hecho numerosos comentarios polémicos en entrevistas, criticando al bloque y a los Estados individualmente.
En una entrevista, criticó una vez a la Unión Europea por su apoyo a Ucrania, afirmando que Kiev no puede ganar en el campo de batalla y quela paz debe conseguirse mediante concesiones y diplomacia. Continuó afirmando que Budapest está tratando de conseguir un cese de las hostilidades, al tiempo que criticaba a los líderes de la UE por "querer la guerra".
"Quienes piensan que lo que estamos haciendo como UE es correcto pueden seguir apoyando a los ucranianos. Pero quienes no están de acuerdo, como Hungría, no lo haremos. Esto debería ser una decisión de los gobiernos nacionales", añadió Orbán. Aunque reconoció las diferencias de opinión sobre la guerra con la mayoría de los Estados de la UE, Orbán insistió en que la mayoría de los europeos "quieren la paz", mientras que los líderes de la UE están a favor de continuar el conflicto.
Las fricciones con Polonia y otros asuntos controvertidos
En una entrevista, Orbán también acusó a la UE de instalar un "gobierno títere" en Varsovia para promover sus intereses por sobre los del pueblo polaco. Orbán ha chocado frecuentemente con Bruselas, que ha retenido miles de millones de dólares en apoyo financiero a Hungría por su presunta violación de los estándares democráticos y del estado de derecho. El anterior gobierno nacionalista-conservador de Polonia también pasó años peleándose con la UE por deficiencias democráticas.
En respuesta, Orbán ha adoptado un enfoque cada vez más combativo hacia el bloque, al que Hungría se unió en 2004, y ha reunido a partidos euroescépticos en toda la UE para crear una fuerza política de extrema derecha en la legislatura del bloque.
A los líderes de la UE les desagradan las políticas de Orbán que, según ellos, han acercado a Hungría a autocracias como Rusia y China. Tienen la esperanza de que la presidencia polaca entrante, encabezada por el Gobierno del primer ministro Donald Tusk, restablezca la unidad en el bloque y reavive el sentimiento proeuropeo.