La visita del Papa a Mongolia envió claras señales de amistad a Pekín y al Presidente Xi Jimping. Sin embargo, justo cuando Francisco alababa la gran historia del pueblo mongol, las señales emitidas por Pekín no eran precisamente alentadoras.
PUBLICIDADDurante el viaje papal a Ulán Bator de los últimos días, mientras Francisco alababa los méritos y la historia del pueblo mongol, en China se retiraba de archivos y librerías el texto "Historia general de los mongoles" e incluso se le tachaba de ejemplo de "nihilismo histórico".
Y eso no es todo: Pekín también ha prohibido a grupos de católicos chinos, encabezados por sus sacerdotes, viajar a Mongolia para saludar de cerca al Papa. Ciertamente, algunos dispersos seguidores chinos de Francisco, probablemente destinados momentáneamente en Mongolia, han mostrado su afecto por el Pontífice llevando incluso una gran bandera de la China comunista a los eventos.
Los misterios del acuerdo secreto entre China y el Vaticano
Pero, ¿qué pasó entonces con el acuerdo secreto que durante años parece haber permitido a la Iglesia de Roma multiplicar sus fieles en el País asiático?
Muchos vaticanistas especulan desde hace tiempo sobre una negociación utilizada por el Partido Comunista Chino solo para frenar o contener -bajo estricto control estatal- el posible crecimiento del número de católicos en la China continental -actualmente de solo hay unos pocos millones-.
Así lo confirmó a Euronews el vaticanista británico Christopher Lamb, que, al igual que sus colegas, ignora los detalles de este pacto, cuyo guardián impenetrable es el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin. A veces la impresión es de que el acuerdo está en punto muerto y que a la Iglesia católica le va bien en Hong Kong y Taiwán, pero sigue siendo esencialmente la expresión de una religión marginada en la Gran China.
La anulación de la historia de Mongolia
Como informó detalladamente la agencia Asianews, la noticia de la anulación de la historia de los mongoles en suelo chino fue difundida por el diario hongkonés proPekín Sing Tao, que cita una directiva emitida el 25 de agosto por la rama de Mongolia Interior de la Asociación para la Distribución de Libros y Publicaciones Periódicas, un organismo gubernamental chino.
Aún más chocante es el hecho de que el volumen en cuestión -siendo obra de académicos del Departamento de Estudios Mongoles del Instituto de Educación de Mongolia Interior- ya hablaba de la cultura mongola desde una perspectiva nacionalista china.
Un tablero asiático de absoluto interés
Todo el tablero de ajedrez de Extremo Oriente, con sus páramos sin límites y sus poblaciones aparentemente remotas, reviste hoy una importancia capital.
Mientras las tensiones internacionales se multiplican con la guerra de Ucrania como telón de fondo, y grandes actores como China, Rusia y Estados Unidos maniobran en las profundidades de todo tipo de asuntos, ahora también la religión corre el riesgo de acabar en la picadora de carne de las tensiones mundiales.
En este sentido, Lamb explicó a Euronews que mientras la pasada istración de Donald Trump miraba con recelo la política exterior del Vaticano, e incluso su tratado con Pekín, Joe Biden parece más interesado en el papel que los católicos pueden desempeñar en China, a pesar de la difícil situación.
De hecho, de las palabras de gran apertura y amistad hacia el pueblo chino pronunciadas por el papa Francisco el domingo al final de la misa en Ulán Bator, incluida su exhortación a todos los católicos a ser buenos cristianos y buenos ciudadanos -como era de esperar-, no apareció ni rastro en los medios oficiales chinos.
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