La cadena sueca de supermercados Scoop es una de las principales compañías afectadas por el ataque de los hackers.
PUBLICIDADPor tercer día consecutivo, la cadena de supermercados sueca Coop mantuvo cerradas muchas de sus tiendas, víctimas de un ciberataque ransomware sin precedentes.
Coop informaba este domingo de como la inmensa mayoría de sus cajas registradoras estaban completamente inoperativas. Imposible trabajar. Y no solo los supermercados: farmacias, gasolineras, ferrocarriles o la emisora pública SVT también se han visto seriamente afectadas por este ataque.
"Hoy hemos empezado como siempre, íbamos a utilizar el sistema interno Teamplock", explica Signe Grennvall, empleada de un supermercado Coop. "Pero finalmente se ha decidido no abrir la tienda. Así que seguimos cerrados".
Los expertos en ciberseguridad constatan que este ataque ramsoware a los clientes del software Kaseya es en efecto uno de los más salvajes de los que se tiene constancia. Los hackers del grupo REvil piden varios millones de euros para restablecer el software.
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Peter Hultqvist, ministro sueco de Defensa de Suecia, explica que estos hackers "atacan tanto a las fuerzas armadas como a las autoridades estatales y a otras empresas. Así que afecta a la sociedad en un amplio espectro. Y muestra lo que podría ocurrir en una situación de política de seguridad reforzada cuando un antagonista quiere realmente sabotear la sociedad. Puede utilizar estos métodos para cerrar importantes sectores de la sociedad. Muestra lo seria que es la situación hoy en día".
Más de 1000 compañías en todo el mundo se han visto afectadas de una u otra manera por este ataque que paraliza los sistemas informáticos. Los pagos exigidos por los hackers difieren dependiendo de cada compañía. REvil ya ha ofrecido a todas las víctimas un descifrador para recuperar sus archivos, previo pago eso sí de 59 millones de euros.