Cinco enormes esferas plateadas se balancean arriba, evocando el péndulo de Newton en un ritmo hipnótico. "Está prohibido no tocar", dice Roberto Fantauzzi, fundador del Museo del Globo, quien organizó la exposición Euphoria.
La exposición es lúdica pero precisa: bolsas de basura negras respiran en las paredes, una cama inhala y exhala lentamente, y una casa de cristal se llena de globos azules. El dúo japonés-británico A.A. Murakami hace que un árbol suelte burbujas llenas de humo, mientras el final sumerge a los visitantes en dos millones de bolas negras.
Después de cuatro años de renovación, el Grand Palais no solo reabre, sino que vuelve a respirar.