El río Sarandi fluye por zonas industriales y asoladas por la pobreza que incluyen varias fábricas que gestionan residuos peligrosos. Maria Ducomls, residente local, describió cómo se despertó con el fuerte olor del humo, y más tarde vio cómo el río se volvía "completamente rojo, como un río de sangre". Las autoridades han tomado muestras para investigar el origen del problema.
