En este episodio de 'Silk Road Adventures', descubrimos el legado perdurable de Samarcanda, donde los comerciantes de la Ruta de la Seda una vez se reunieron. Los artesanos todavía elaboran papel de seda y los murales antiguos evocan civilizaciones perdidas.
El pasado de la Ruta de la Seda de Samarcanda está entrelazado con su presente. En la plaza Registán, que antaño fue un bullicioso mercado, la investigadora Armida Nazaryan explica su papel como centro comercial entre Oriente y Occidente.
Cerca de allí, en Afrasiab, la restauradora Marina Reutova presenta antiguos murales sogdianos, que ofrecen una rara visión de la vida del siglo VII.
En Konigil, el artesano Zarif Mukhtarov revive el arte perdido del papel de seda de Samarcanda, apreciado por su durabilidad. Finalmente, en una panadería local, Gulchehra Nurriddinova comparte la tradición de los icónicos panes planos de Samarcanda, horneados en un horno ardiente horno tandur, un símbolo perdurable de la hospitalidad de la Ruta de la Seda.