Cientos de personas se reunieron el sábado en el centro de Sofía para depositar flores en la base de la estatua de San Cirilo y San Metodio, creadores de la escritura glagolítica, que más tarde evolucionó hasta convertirse en el alfabeto cirílico.
Los búlgaros acudieron en masa el sábado a honrar el legado de San Cirilo y San Metodio, fundadores del alfabeto cirílico, durante una de sus fiestas culturales y nacionales más importantes, que lleva el nombre de los dos hermanos. La gente se reunió para depositar flores en la base de una estatua de los dos santos de la Iglesia Ortodoxa en el centro de Sofía, la capital.
Los dos nacieron en la actual Grecia en el siglo IX y se les atribuye la creación del glagólico, un alfabeto que más tarde fue adaptado por múltiples eruditos de los Balcanes y evolucionó hasta convertirse en el alfabeto cirílico.
"El mayor y más significativo regalo que los santos hermanos Cirilo y Metodio dejaron a Bulgaria fue la escritura", declaró el Primer Ministro búlgaro, Kiril Petkov, durante la ceremonia oficial celebrada en Sofía.
El alcalde de Sofía, que intervino en la ceremonia, también recordó la influencia que ejerce la lengua. San Cirilo y San Metodio dejaron un legado que va más allá del desarrollo de los alfabetos cirílico y glagolítico.
En el mundo eslavo y en la evolución cultural y espiritual de Bulgaria, su obra representa un momento decisivo en la historia de la Iglesia Ortodoxa y en la contribución del país al cristianismo.
El 11 de mayo y el 24 de mayo, a veces denominados en Bulgaria "Pascua espiritual", se reconocen hoy como Días de la Educación y la Cultura Búlgaras y del Alfabeto Eslavo. En la actualidad, el alfabeto cirílico es utilizado por las naciones eslavas, túrquicas, urálicas, caucásicas y otras, incluida Mongolia, que lo adoptó en 1941.