Hace 2.700 años, Nínive era la capital del imperio asirio. Investigadores de la Universidad de Heildelberg han realizado un espectacular descubrimiento en el palacio del rey Assurbanipal.
Arqueólogos alemanes han realizado un espectacular descubrimiento en Irak. Durante unas excavaciones en la antigua metrópoli de Nínive, un equipo de la Universidad de Heidelberg encontró grandes partes de un relieve monumental.
Muestra al rey Asurbanipal (668 a 627 a.C.), último gobernante del Imperio Asirio, acompañado de dos importantes divinidades y otras figuras. El relieve se encontró en la sala del trono del Palacio Norte. Fue tallado en una enorme losa de piedra de 5,5 metros de longitud y tres de altura, y pesa unas doce toneladas.
El hallazgo es extraordinario para los científicos no sólo por su tamaño, sino también por lo que muestra el relieve: "Entre las numerosas representaciones en relieve de los palacios asirios que conocemos, no hay ninguna que represente a las grandes divinidades", subraya el Prof. Dr. Aaron Schmitt, del Instituto de Prehistoria e Historia Antigua y de Arqueología del Próximo Oriente. Schmitt está a cargo de las excavaciones en el Palacio Norte.
El rey Assurbanipal ocupa el centro del relieve descubierto. Le flanquean dos altas divinidades: el dios Asur y la diosa de la ciudad de Nínive llamada Ištar. Les sigue un genio pez, que concede la salvación y la vida a los dioses y al gobernante, así como una figura de apoyo con los brazos levantados; presumiblemente, un hombre escorpión.
"Estas figuras sugieren que originalmente se colocó sobre el relieve un gigantesco disco solar alado", explica Schmitt. Basándose en los datos recogidos in situ, los científicos analizarán los hallazgos en los próximos meses y publicarán los resultados en una revista científica.
Según Schmitt, el relieve se encontraba originalmente en un nicho frente a la entrada principal del salón del trono, es decir, en el lugar más importante del palacio. Los investigadores de Heidelberg descubrieron los fragmentos del relieve en una fosa llena de tierra. Probablemente fue creado en la época helenística, en el siglo III o II a.C.
"El hecho de que los fragmentos estuvieran enterrados es sin duda una de las razones por las que los arqueólogos británicos no los encontraron hace más de cien años", conjetura Schmitt.
A finales del siglo XIX, los investigadores británicos ya habían examinado por primera vez el palacio norte de la antigua Nínive y descubrieron grandes relieves, que ahora se exponen en el Museo Británico de Londres.
No está claro por qué se enterró el relieve. Schmitt señala que falta información sobre el asentamiento helenístico en Nínive: "No sabemos si tenían una actitud negativa hacia el rey asirio y los dioses asirios", declaró al portal científico 'Live Science'. "Espero que nuestras futuras excavaciones nos den una imagen más clara".
La antigua Nínive está considerada una de las ciudades más importantes del norte de Mesopotamia y se convirtió en la capital del imperio asirio a finales del siglo VIII a.C. bajo el rey Sanherib (705 a 680 a.C.). Estaba situada en la orilla izquierda del Tigris, en la desembocadura de un pequeño afluente dentro de la moderna ciudad de Mosul.
Aaron Schmitt y su equipo llevan desde 2022 investigando en la colina de Kuyunjik, en la zona central del palacio septentrional construido por el rey Assurbanipal. Las excavaciones forman parte del Proyecto Heidelberg Nínive iniciado en 2018 bajo la dirección del profesor Stefan Maul, del Departamento de Lenguas y Culturas de Oriente Próximo de la Universidad de Heidelberg. En consulta con la Junta Estatal de Antigüedades de Irak (SBAH), el plan es devolver el relieve a su ubicación original a medio plazo y hacerlo accesible al público.