Con las tensiones internacionales a flor de piel y los líderes mundiales reunidos en masa para presentar sus respetos, el funeral del Papa Francisco se perfila como una de las cumbres globales más importantes del año.
Dada la fragilidad del panorama mundial actual y la desconfianza de la istración de Donald Trump hacia la diplomacia multilateral, cualquier foro que reúna a líderes internacionales supone una oportunidad excepcional para avanzar en cuestiones clave. El funeral del Papa en Roma el próximo sábado ofrecerá, por tanto, muchos de esos momentos.
Entre los asistentes previstos se encuentran altas personalidades europeas, como la jefa de la Comisión, Ursula von der Leyen, el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro británico, Keir Starmer. Por parte de España, Felipe VI y Letizia han confirmado que acudirán al funeral, pero no está previsto que acuda el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aunque el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, sí acudirá junto a las vicepresidentas primera y segunda, María Jesús Montero y Yolanda Díaz, así como Feijóo.
Sin embargo, la mirada internacional está puesta en EE.UU. ya que, como primer presidente del país norteamericano que asiste a un funeral papal desde que George W. Bush presentó sus respetos al Papa Juan Pablo II en 2005, todo el foco estará puesto en Donald Trump. La más breve conversación con él al margen de este acontecimiento podría cambiar una dinámica geopolítica que viene de lejos. Aliados y rivales por igual buscarán momentos para conectar entre bastidores durante la solemne ocasión.
Después de todo, el Papa Francisco ha sido un hombre de paz, desde sus llamadas diarias a una parroquia cristiana de Gaza hasta su defensa constante del alto el fuego en Ucrania. ¿Podría su despedida final ofrecer al mundo un último milagro: un paso hacia la desescalada?
Aranceles: ¿Un discurso de 90 segundos durante 90 días de tregua?
El reloj sigue corriendo en la tregua temporal de 90 días convocada por Trump sobre los aranceles llamados por él como "recíprocos" del 20% impuestos a los productos de la UE. Los negociadores europeos, encabezados por el comisario de Comercio, Maroš Šefčovič, han mantenido conversaciones con sus homólogos estadounidenses, pero todas sus propuestas, incluida la de Von der Leyen de arancel cero por cero, parecen haber sido rechazadas hasta ahora en Washington.
El funeral del sábado ofrece una rara oportunidad para que la presidenta de la Comisión Europea haga un llamamiento directo a Trump durante la tregua de 90 días. Un portavoz de la Comisión dijo: "No tengo ninguna actualización que dar sobre posibles reuniones bilaterales. La visita del sábado es por otro motivo(...). No puedo excluir en este momento otras posibles reuniones".
¿Será capaz Von der Leyen de presentar a Trump una 'conversación de ascensor' convincente, un argumento de 90 segundos a favor de la propuesta de la UE, para persuadirlo de que reduzca los aranceles, quizá con un poco de ayuda del espíritu del Papa?
Ucrania, por la paz
Los debates técnicos sobre Ucraniasiguen su curso, pero las conversaciones de alto nivel previstas para hoy en Londres parecen tambalearse, y muchos han decidido no asistir. Está claro que el progreso requiere algo más que diplomáticos: necesita la intervención de los propios líderes (si no alguna ayuda celestial).
El presidente ruso Vladímir Putin ha optado por no asistir al funeral, a pesar de haber calificado al Papa Francisco como "defensor del humanismo" en su homenaje. En cambio, el mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, asistirá al funeral acompañado de su esposa Olena, probablemente con la esperanza de asegurarse una conversación con Trump. Zelenski ha expresado su deseo de reunirse con él en el Vaticano. ¿Podría el recuerdo de Francisco ayudar a superar sus diferencias?
Mercosur, una muestra de unidad
Los líderes del bloque comercial sudamericano Mercosur, entre ellos el presidente argentino Javier Milei y el brasileño Lula da Silva, han confirmado su asistencia. Se espera que se reencuentren con Von der Leyen tras el cierre de las conversaciones entre la UE y el Mercosur, un acontecimiento que anteriormente desató duras críticas por parte del francés Emmanuel Macron.
Sin embargo, la postura de Macron sobre este acuerdo parece haberse suavizado recientemente, y con Trump también en Roma, una muestra de unidad entre la UE y Sudamérica podría enviar un mensaje claro a EE.UU., especialmente en relación con la amenaza de nuevos aranceles. Incluso si no se produce una reunión formal, un gesto simbólico -quizás un apretón de manos entre Von der Leyen y Macron, junto a Lula y Milei- podría señalar un cambio hacia una nueva alineación comercial global.
Cónclave
Ya está en marcha otro tipo de competición geopolítica: la carrera para elegir al próximo Papa. Aunque está fuera del control directo de los líderes mundiales, la elección tendrá implicaciones de gran alcance. Más allá de la ideología -si será un papado conservador o progresista-, el origen del próximo pontífice podría remodelar la influencia global de la Iglesia.
Un Papa de la región Asia-Pacífico o de África, por ejemplo, enviaría un poderoso mensaje en zonas donde el peso geopolítico de la Iglesia podría aumentar drásticamente. El cardenal Giovanni Battista Re, que oficiará la misa funeral, es uno de los principales candidatos.
Puede que aproveche este momento para causar una fuerte impresión en sus homólogos -o, dependiendo de sus creencias sobre quién tomará la decisión en la Capilla Sixtina, en Dios. Cabe recordar que el cardenal Joseph Ratzinger también presidió los funerales deJuan Pablo II, para convertirse semanas después en Benedicto XVI.