Algunas empresas europeas se apresuran a exportar sus productos al otro lado del Atlántico por temor a los nuevos aranceles. Informamos desde el puerto de Amberes, en Bélgica.
Cientos de empresas de la Unión Europea se apresuran a exportar sus mercancías a Estados Unidos, temiendo un nuevo aumento de los aranceles estadounidenses tras los tres meses de reducción al 10% que aún persisten. Otras compañías ya se adelantaron a la entrada en vigor de estos últimos recargos e hicieron sus envíos a principios de año.
Las exportaciones de contenedores a través del puerto de Amberes a Estados Unidos han aumentado un 3% en el primer trimestre en comparación con el primero de 2024, según un comunicado de prensa de este consorcio portuario.
En concreto, dos de los sectores más afectados por el aumento de los derechos de aduana estadounidenses aumentaron ligeramente sus exportaciones a Estados Unidos. En el primer trimestre, las exportaciones europeas de acero a través del puerto flamenco ascendieron un 2%, así como las de vehículos un 1% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
"Algunas empresas se están anticipando a estos derechos de aduana y han decidido exportar sus productos antes de que se impongan", declara a 'Euronews' Lennart Verstappen, portavoz del puerto de Amberes. "Pero si miramos todos los diferentes segmentos y categorías, este impacto es bastante limitado", matiza.
Amberes y el río Escalda, la puerta de entrada a Europa
Considerado el segundo puerto de Europa después de su vecina Rotterdam, Amberes es una de las principales puertas de entrada y salida de Europa hacia el resto del mundo. Estados Unidos es su segundo socio comercial después de Reino Unido, con casi 28 millones de toneladas de mercancías intercambiadas el año pasado.
En el ámbito portuario flamenco, las exportaciones europeas a EE.UU. incluyen automóviles, maquinaria, productos farmacéuticos, productos químicos, acero y productos alimentarios. A la inversa, las importaciones procedentes de EE.UU. incluyen plásticos, productos químicos, automóviles, alimentos y productos farmacéuticos; categorías bastante similares.
La dirección del puerto sigue de cerca la evolución de los aranceles y las tensiones geopolíticas, que podrían afectar a las cadenas de suministro. "De momento, es demasiado pronto para decir si los chinos utilizarán Europa como mercado de exportación en lugar de Estados Unidos, pero es algo que estamos observando y sin duda es una posibilidad. Ya lo hemos visto en el pasado", afirma Lennart Verstappen.
Por su parte, la Organización Mundial del Comercio ha reducido sus perspectivas para el comercio mundial. Advierte de que la guerra comercial entre Estados Unidos y China probablemente ralentizará el comercio y el crecimiento a largo plazo.