Activistas por el al aborto legal han abierto una clínica en Varsovia donde las mujeres pueden interrumpir su embarazo farmacológicamente y obtener información sobre el aborto seguro.
La primera clínica abortista de Polonia, "Abotak", abrió sus puertas el sábado frente al Sejm. La ubicación no es casual: los activistas que abrieron el local dicen que tiene un significado simbólico.
"Los políticos han sido incapaces de cumplir su palabra sobre el universal al aborto: nosotros lo hemos hecho por ellos". - escriben los creadores de la clínica en su página web. "Con vosotros, queremos presionar a los políticos y a la sanidad denunciando el 'no-da-sismo' y la incompetencia de los políticos en este tema". La era de la vergüenza del aborto ha terminado irrevocablemente".
La clínica ofrecerá abortos farmacológicos, utilizando píldoras de fuentes seguras. Debido a la restrictiva legislación polaca sobre el aborto, las intervenciones que requieran la extirpación quirúrgica del feto se realizarán en el extranjero, y los activistas ayudarán a organizar el transporte en caso necesario, así como la ayuda económica si se precisa.
Uno de los s al aborto más restringidos de Europa
El inicio de esta situación legal fue una sentencia del Tribunal Constitucional de noviembre de 2020. En ella se establecía que el aborto sólo estaría permitido en caso de embarazo por violación o de amenaza para la vida de la mujer. La sentencia invalidaba así el compromiso de aborto vigente desde 1993, que permitía la interrupción del embarazo en tres supuestos: cuando fuera consecuencia de un acto delictivo, en caso de amenaza para la vida y en caso de alta probabilidad de daño grave e irreversible para el feto.
La publicación de la sentencia desencadenó huelgas masivas en toda Polonia y dio lugar a la creación de un movimiento conocido como Huelga de Mujeres. En 2023, el número de abortos legales en Polonia fue 425.
Un informe del Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) publicado en 2024 mostraba que la mayoría de los abortos en Polonia se practican ilegalmente y en condiciones inseguras.
"La situación en Polonia constituye violencia de género contra las mujeres y puede alcanzar el nivel de tortura o trato cruel, inhumano o degradante", declaró Genoveva Tisheva, vicepresidenta del Comité, cuando se publicó el informe.
Sin embargo, la apertura de la clínica fue polémica, y el sábado por la tarde manifestantes conservadores intentaron bloquear la puerta de la clínica y entrar. Los manifestantes llevaban pancartas con inscripciones como "Asesinos de niños, en el infierno piden por vosotros" y "Toda vida es preciosa".
Una mujer que intentó entrar en la clínica fue rociada con pintura roja. Entre los manifestantes se encontraba Krzysztof Mulawa, diputado del partido de extrema derecha Konfederacja. Frente a la clínica, declaró que los activistas "deben rendir cuentas como si hubieran matado a un ser humano". Añadió que "haría todo lo posible para impedir que se establecieran lugares así".
Sin embargo, los activistas tienen otra opinión: "Nunca es tarde para que los políticos cambien de opinión. Esto es una prueba para ellos", afirma Kinga Jelińska del Abortion Dream Team.