Los recientes temblores en las zonas de Lisboa y Sevilla han hecho saltar las alarmas. ¿Está a punto de estallar una crisis sísmica en Portugal o España? Los expertos iten la posibilidad y hacen un llamamiento a la prevención de riesgos.
Un temblor sacude Lisboa. Otro, semanas después, hace lo mismo en Sevilla. En menos de seis meses, la Península Ibérica ha registrado varios movimientos sísmicos que han activado las alarmas. Muchos vecinos del sur de España se preocuparon tras el temblor de la provincia de Sevilla. Lo mismo ha ocurrido en Lisboa. ¿Están ambos países preparados para un gran terremoto? Los expertos esperan que se produzca pronto.
Los terremotos se originan por el roce entre las placas tectónicas que configuran la corteza terrestre. En la Peninsula Iberica, el choque entre las placas Euroasitica y Africana genera tensiones que se acumulan en fallas geológicas, esas zonas frágiles que, al romperse, liberan energía en forma de ondas.
"Cuanto mas tiempo pase desde que ha ocurrido un terremoto en una falla, mas se está cargando y aumenta la probabilidad de que ocurra el siguiente", explica María Belén Benito, catedrática de Geofísica de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).
Es como si se activara una cuenta atrás, no se sabe cuándo se producirá el terremoto, pero la probabilidad aumenta a medida que va pasando el tiempo y, "en España, llevamos más de 140 años sin un terremoto realmente fuerte".
En Europa, Italia, Turquía y Grecia se llevan la fama de ser los países más sísmicos. "Luego estarían España y Portugal en el ránking", dice Benito. Fernando Carrilho, del Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera (IPMA), lo confirma: "Vivimos en zonas de peligro sísmico promedio; menor que en esos países, pero mayor que en la mayoría de Europa". En España, el sur y sureste son los puntos calientes; en Portugal, Lisboa y el suroeste sienten más el pulso de la tierra.
Las consecuencias de un terremoto afectan a casi todas las áreas de la vida cotidiana. No solo derriban edificios, los terremotos pueden llegar a cortar carreteras, derrumbar puentes o desatar fenómenos aún más letales, por ejemplo, si no se desactiva la actividad de las centrales nucleares de los países afectados.
La Península Ibérica no está a salvo de estos fenómenos. Oterino advierte: "Nos afecta una zona al suroeste del cabo de San Vicente, donde ocurrió el terremoto de Lisboa de 1755. Si vuelve a romper, podría llegar a magnitud 8,5, afectando Huelva y Cádiz". En Lisboa, la cercanía al Atlántico mantiene viva la amenaza del agua.
¿Cuándo será el próximo terremoto en la Península Ibérica?
Aunque ha habido intentos por predecir los terremotos, hoy la ciencia ite que no se puede saber exactamente cuándo se van a producir. "A corto plazo, no es fiable", reconoce la catedrática de la UPM.
Sobre teorías que culpan al cambio climático de un posible impacto en el aumento de la actividad sísmica, la catedrática es tajante: "Todo son especulaciones, no hay nada comprobado y ahora mismo no se puede afirmar que haya una relación entre los terremotos y el cambio climático, además, el promedio de terremotos en el mundo no está cambiando".
Sin predicciones precisas, el foco está en prevenir a largo plazo: estudiar la peligrosidad de una zona y reducir su vulnerabilidad. En España llevamos 140 años sin un terremoto catastrofico. "No hemos tenido un terremoto realmente dañino en el siglo XX y en el siglo XXI ha ocurrido el de Lorca que, aunque ha causado importantes perdidas, ha sido de magnitud más bien baja y desde luego, no tan destructor como otros sismos históricos en nuestro país".
Falsa sensación de seguridad: "Estamos en tiempo de descuento"
Pero la calma engaña generando una falsa sensación de seguridad. El terremoto de Lorca en 2011, con solo 5.2 de magnitud, dejó 9 muertos y 108 millones en pérdidas por su poca profundidad. Hace días, Sevilla registró uno de 4.1 puntos. "Llevamos 140 años sin un terremoto de 6,5, como el de Andalucía en 1884. Estamos en tiempo de descuento", alerta Oterino. Las fallas del sur y Sureste podrían llegar a generar terremotos de magnitud 7 con una energía casi 900 veces mayor que la de Lorca.
Portugal tampoco se queda atrás. Dos temblores recientes en Lisboa han puesto el foco en esta ciudad. Carrilho no descarta una "crisis sísmica" en el futuro, aunque no al nivel de Grecia. El recuerdo del terremoto de 1755, que devastó Lisboa y el sur de España con un gran tsunami, sigue muy vivo.
¿Está España preparada para un terremoto?
Ambos países tienen normativas sismorresistentes: en España, la NCSE-02 del año 2002. "Nuestra norma prevé las aceleraciones esperadas para un correcto diseño sismorresitente en todo el territorio Español, y las mayores aceleraciones se presentan en Andalucia y Alicante, sobre todo en Granada y Torrevieja", dice María Belén Benito.
La catedrática también añade un pero: "Lleva 22 años sin revisarse y podría estar más actualizada y acorde con lo que hoy sabemos. Ademas, aparte del diseño sismorresistente como medida de prevención, es importante tener planes de emergencia para actuaciones rápidas inmediatamente después del evento. Faltan planes municipales en Andalucía, Valencia, Murcia, Cataluña y Pirineos"".
En Portugal, muchas casas de Lisboa son anteriores a las normas, y su resistencia es un misterio. Tal vez por eso, el Ayuntamiento, ha dado pasos adelante. Carlos Moedas, alcalde de la capital, detalla: "Tenemos dos torres de alerta de tsunamis en Terreiro do Paço y la Plaza del Imperio, con aviso inmediato y 86 puntos de encuentro en la ciudad". Un plan revisado que busca salvar vidas si el mar golpea.
¿Qué hacer en un terremoto?
No podemos predecir, pero sí actuar. Desde el 112 Andalucía, Lola Rodríguez, portavoz de los Servicios de Emergencias, nos da el consejo clave: "Quédate donde estés. Si estás dentro, busca una estructura fuerte como el dintel de una puerta o métete bajo una mesa. Agáchate, sujétate y cúbrete la cabeza". Nada de correr ni usar escaleras.
La Península Ibérica no es Japón, pero el riesgo existe. "Tenemos fallas capaces de generar magnitudes de 6,5 o 7. Hay preocupación de que puedan romper en cualquier momento", insiste la catedrática. La prevencion no es solo tarea de los científicos, tiene que haber medias y actuaciones coordinadas con los gobiernos y istraciones públicas, según los expertos consultados.