Cada vez son más los jóvenes europeos que recurren a las redes sociales como principal fuente de noticias, y plataformas como TikTok, Instagram y YouTube superan a medios tradicionales como la televisión y la prensa escrita.
Ya es oficial: las redes sociales son ahora la principal fuente de noticias para los jóvenes de la UE, superando a la televisión y a los medios impresos y digitales. Según la última Encuesta de Juventud del Parlamento Europeo, el 42% de los europeos de entre 16 y 30 años confía principalmente en plataformas como TikTok, Instagram y YouTube para acceder a noticias sobre política y asuntos sociales. Este cambio refleja la evolución de las actitudes hacia el consumo de noticias -que se acelera hacia un modelo rápido y de fácil - y expone a las generaciones más jóvenes a un riesgo cada vez mayor de desinformación.
Cuanto más joven era el encuestado, más probable era que dependiera de las redes sociales. El informe reveló que los adolescentes de entre 16 y 18 años confían más en TikTok e Instagram que en cualquier otra plataforma. Mientras tanto, los que tienen entre 25 y 30 años confían bastante menos en TikTok (29% frente al 51% de los que tienen entre 16 y 18 años) e Instagram (41% frente al 52%). En cambio, prefieren Facebook, que es dos veces más popular entre ellos (36 %) que entre el grupo más joven (17 %). Sin embargo, los encuestados de 25 a 30 años siguen inclinándose por las plataformas de prensa en línea (30 %) y la radio (19 %), frente al 21 % y el 13 % de los jóvenes de 16 a 18 años, respectivamente.
TikTok es una fuente flagrante de desinformación
Esto es motivo de preocupación: otra investigación, el Informe de Noticias Digitales 2024 del Instituto Reuters, reveló que TikTok es una fuente flagrante de desinformación, con un 27% de s a los que les resulta difícil identificar el contenido engañoso.
Mientras tanto, Meta, la empresa matriz de Instagram, decidió recientemente relajar su sistema de comprobación de hechos implementando en su lugar notas de la comunidad, que, como demostró el X de Elon Musk, a menudo no son fiables.
Desconfianza en las fuentes que en las instituciones
Los europeos son conscientes de los riesgos y reconocen los peligros que acechan a sus fuentes. El 76% de los encuestados se ha topado con noticias falsas o engañosas solo en la última semana; entre ellos, el 15% se enfrenta a la desinformación "a menudo", y el 32% "a veces". Aún así, siguen siendo fieles a las fuentes de noticias en redes, siendo Instagram la más popular (el 47% la prefiere), seguida de TikTok y YouTube. Facebook y X se quedan atrás entre las generaciones más jóvenes, mientras que WhatsApp fue la principal fuente de noticias para el 16% de los s jóvenes.
El ciclo de noticias en las redes sociales está impulsado por personas influyentes y medios alternativos, más que por los medios de noticias tradicionales. Esto hace que sea más difícil para los s verificar los hechos, al tiempo que disminuye su fe en el periodismo convencional.
También, como destaca el informe, disminuye su confianza en las instituciones políticas: El 21% de los jóvenes encuestados expresó escepticismo hacia la UE, y el 15% itió que no votó en las elecciones europeas de 2024 por falta de información. Paralelamente, confían cada vez más en sus plataformas de medios sociales como vehículos de activismo, en lugar de limitarse a votar o participar en protestas y peticiones.
Los bulos que circulan a través de las redes
Cuando se trata de política, las noticias falsas y el contenido alterado (incluidas imágenes y vídeos creados mediante Inteligencia Artificial) se han utilizado para influir en la opinión pública hasta el punto de manipular las elecciones y polarizar a la sociedad. Una declaración inventada de 2016 afirmaba que el Papa Francisco había apoyado públicamente a Donald Trump durante su primera campaña presidencial, mientras que una historia similar de 2018 decía que Shakira estaba boicoteando a Israel durante su gira mundial.
Pero el problema también es psicológico: la exposición constante a información falsa, que a menudo es alarmante y sensacionalista, puede aumentar la ansiedad, la confusión y la desconfianza en los medios de comunicación tradicionales. Esto está abrumando a muchos jóvenes s de las redes sociales, empujándoles a evitar por completo las noticias y fomentando la ignorancia.