Personajes populares de ficción como Superman, Spiderman, Batman, Super Mario, Superwoman, el Capitán América, Bumble Bee y Flash se convirtieron en un símbolo de esperanza para los niños.
PUBLICIDADAlpinistas disfrazados de superhéroes han descendido en rápel por la ladera del Hospital Universitario de Kosovo para entregar regalos de Navidad a los niños que luchan contra el cáncer. A medida que el año se acerca a su fin, muchas familias esperan con impaciencia la alegría y la unión de las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
Pero, para siete niños, parte de los 49 pacientes ingresados este año, que luchan contra la leucemia y otros tipos de cáncer en una planta de un hospital de la capital, Pristina, esta época viene acompañada de incertidumbre, miedo y penurias. Sin embargo, una extraordinaria iniciativa en la que participaron superhéroes ataviados con singulares disfraces trajo una alegría inesperada, no sólo a los niños, sino también a sus padres.
Personajes populares de ficción como Superman, Spiderman, Batman, Super Mario, Superwoman, Capitán América, Bumble Bee y Flash se convirtieron en un poderoso símbolo de esperanza para los niños. "No se puede describir (el sentimiento) con palabras. Este es el cuarto año que (participo) en esta actividad", explicó el voluntario Berat Kajtazi, que acudió vestido de Capitán América.
El entorno del hospital, a menudo asociado con la esterilidad clínica y las luchas emocionales, se transformó en un lugar de asombro y risas cuando los voluntarios vestidos de entrañables superhéroes bajaron por cuerdas para llevar regalos a los niños. Su misión era sencilla: llevar alegría, esperanza y un momento de respiro a los niños y sus familias.
"Es un acontecimiento muy bueno para los niños, porque les encantan estos personajes y sueñan con ellos todos los días", dijo Rufadie Macastena Maxhuni, jefa del departamento de oncología.
"Hoy, cuando he venido a hacer el control matutino, les he dicho a los niños que habría una sorpresa para ellos y que recibirían un regalo de los superhéroes que les gustan. Eso les da mucha alegría". Los voluntarios bajaron por el lateral del hospital utilizando cuerdas y después visitaron la planta para entregar los regalos.
Para los niños, la llegada de estos héroes significó entrar en un mundo más allá de los goteos intravenosos, las sesiones de quimioterapia y las pruebas interminables. Sus caras se iluminaron de alegría al recibir regalos cuidadosamente elegidos y compartir abrazos con sus personajes favoritos.