Las protestas se desencadenaron por un acuerdo inmobiliario que permite a los rusos comprar propiedades en Abjasia con exenciones fiscales.
Manifestantes de la región separatista de Georgia apoyada por Rusia, Abjasia, se han negado a abandonar los edificios gubernamentales que asaltaron para protestar contra un nuevo acuerdo inmobiliario que permite a los rusos comprar propiedades allí.
Los legisladores se habían reunido en el Parlamento para debatir la ratificación de las medidas que permiten a los ciudadanos rusos adquirir propiedades con generosas exenciones fiscales en Abjasia.
Los opositores afirman que esta medida hará subir los precios de los apartamentos y reforzará el dominio de Moscú en la región. El presidente de facto de Abjasia, Aslan Bzhania, dijo que dimitiría y convocaría elecciones anticipadas si los manifestantes desalojaban el Parlamento.
Pero las multitudes de la capital, Sujumi, rechazaron la propuesta y dijeron que sólo aceptarían su dimisión incondicional. Desde entonces, ese acuerdo de propiedad se ha desechado.
Rusia reconoce a Abjasia como país independiente, pero a muchos abjasios les preocupa que la región, de unos 245.000 habitantes, sea un Estado cliente de Moscú.