La empresa de distribución alimentaria sa, propiedad de la familia Mulliez, no sería capaz de mantener el negocio a flote después de un acumulación de 18 rondas de sanciones y restricciones impuestas por Occidente.
La cadena de supermercados sa conocida en el país como Auchan (Alcampo en España) llevaba en Rusia 20 años y se había mantenido firme en la idea de no abandonar el país a pesar de las sanciones. Auchan habría encontrado un empresario ruso que asumiría el negocio para poder abandonar el país.
Es una maniobra de cierre más que delicada porque si no está pactada con el Kremlin podría producirse una situación de grave daño económico; algo parecido a lo que les ocurrió a Danone y la cervecera Carlsberg.
El Gobierno de Putin nacionalizó por decreto los bienes que querían vender ambas empresas sin apelación posible. Tenían compradores pero ninguno de ellos era bien visto por el Kremlin. Auchan tiene 230 establecimientos por toda Rusia.